APICULTURA

Miel de abeja negra, poca pero excelente

Según el último censo publicado por el Centro de Datos en 2017, había en la isla 204 colmenas de esta raza autóctona, más de la mitad de ellas en Haría.

Miel de abeja negra, poca pero excelente

La miel producida por las abejas negras de Lanzarote se beneficiará de las ayudas que otorgará el Gobierno autónomo en 2019, en virtud de la Orden publicada en el Boletín Oficial de Canarias en los últimos días del año pasado. El Ejecutivo persigue subvencionar la miel de calidad específica de las Islas producida por la abeja negra, aunque pretende un fin superior. Este no es otro que mantener estable el censo de esta raza autóctona, evitando así el riesgo de que desaparezca frente a razas foráneas que garantizan más rentabilidad al apicultor. 
 
El volumen total de las ayudas supera el medio millón de euros, mientras que el importe unitario ascenderá, como máximo, a treinta euros por colmena y campaña, con un límite máximo de 21.000 colmenas. La abeja negra canaria toma su nombre de su característico aspecto oscuro. Desde hace decenas de miles de años está presente en todas las islas del Archipiélago, habiendo logrado una gran adaptación al medio. De hecho, los aborígenes ya se dedicaban a la cría de abejas para obtener miel. Una peculiaridad de esta raza autóctona es la ausencia de agresividad.
 
Son insectos mansos, productivos y que elaboran una miel de gran calidad
Integrantes de la Asociación de Agricultura y Ganadería Ecológica ‘La Tanganilla' pusieron en marcha el primer proyecto de apicultura en Lanzarote hace unos seis años y medio, con el fin de conseguir la polinización natural de sus cultivos ecológicos. En torno a esta Asociación surgieron productores que se plantaron ante los plaguicidas, fungicidas y herbicidas y se propusieron conservar al máximo las propiedades naturales de los productos de la tierra, respetando de paso el medio ambiente. Desde hace años venden sus producciones en los mercadillos agrícolas de la isla.
 
Las abejas negras conejeras se alimentan exclusivamente de plantas silvestres y viven en colmenas situadas cerca de las fincas. En la isla apenas llueve y la vegetación es escasa, por lo que la producción de las abejas es pequeña, aunque se trata de insectos muy laboriosos y productivos y que elaboran una miel de gran calidad. Según el último censo publicado por el Centro de Datos del Cabildo, había en la isla 204 colmenas en 2017, más de la mitad de ellas en Haría debido a la mayor presencia de vegetación en el municipio norteño frente al resto del territorio. 
 
La importancia de las abejas reside en que desempeñan un importante papel en la polinización de las plantas con flores, y son el principal tipo de polinizador en los ecosistemas que contienen plantas con flores. Además, contribuyen al equilibrio del ecosistema insular y al sostenimiento de la biodiversidad, participando de forma natural en la polinización de árboles frutales y productos hortofrutícolas. Se estima que un tercio de la alimentación humana depende de la polinización por insectos, la mayoría de los cuales se lleva a cabo por las abejas.

Comentarios