El Plan Especial de La Geria da sus primeros pasos con el propósito de no darse otro partigazo

No se puede declarar fuera de ordenación a quienes llevan toda la vida realizando tareas en el marco tradicional y, en el mismo acto, bendecir actividades fuera de toda escala
El nuevo Plan Especial de La Geria da sus primeros pasos con el propósito de no darse otro partigazo. El resbalón que se dio el anterior le costó la vida y fue anulado por la justicia. Por si acaso hay quien todavía no lo entiende, no se puede declarar fuera de ordenación a quienes llevan toda la vida realizando tareas en el marco tradicional de La Geria y, en el mismo acto, bendecir actividades recién llegadas y fuera de toda escala. Si el Plan Especial que viene de camino peca de lo mismo, su destino está sellado de antemano: batacazo y vuelta a empezar.
La más sobresaliente expresión cultural de la tradición isleña
El Paisaje Protegido de La Geria aguarda la llegada de un nuevo Plan Especial que sustituya al que fue anulado por sentencia judicial. Quien corresponda ya sabe que La Geria es un espacio cultural, una original obra humana realizada durante casi tres siglos con la inestimable ayuda del volcanismo reciente. Sabe que es una comarca agrícola y, por lo tanto, un valioso espacio económico que se sustenta en un paisaje singular. Y sabe que, aunque contenga tesoros naturales, se ha convertido, en sí misma, en un polo de desarrollo económico que gira en torno a la viticultura.
Pero, La Geria es, sobre todo, la más sobresaliente expresión cultural de la mejor tradición insular a lo largo de su historia, aunque vaya camino de convertirse en un parque temático, como casi todo en Lanzarote. Si no lo es ya. Y tal cosa, que parece inevitable, no debe ser lo que más pese a la hora de definir los contenidos del futuro Plan Especial. Es decir, la rentabilidad económica por encima de otras cuestiones tanto o más importantes. A fin de cuentas, un Plan Especial no es más que un instrumento legal que contiene normas de directa aplicación, directrices y determinaciones dirigidas a la protección, gestión y ordenación de una unidad paisajística.
La línea que separa el éxito del fracaso es muy tenue
El nuevo Plan Especial redefinirá o ratificará las actividades que ya estuvieron prohibidas, permitidas y autorizables en el espacio natural protegido. Deberá clarificar en qué situación quedarán las bodegas, las nuevas, las viejas y las que están por venir. Tendrá que armonizar el desarrollo con la conservación y estará obligado a tener en cuenta el todo y sus partes para formular planes y acciones que atiendan razonablemente las expectativas de bodegueros, cosecheros, propietarios, usuarios y turistas bajo la primaciía de la conservación. Cualquier enfoque quedaría cojo si no se aborda el régimen económico de la viticultura, empezando por los productores de uva, sobre cuyas espaldas recae la carga de la preservación del paisaje.
La línea que separa el éxito del fracaso del futuro Plan Especial es muy tenue. Basta que algún interés, alguna aspiración, no quede debidamente recogida para que el entramado se derrumbe enseguida, como ya sucedió con el anterior Plan. Con todo, no hay porqué esperar por el Plan Especial para que haya menores cargas impositivas, exenciones y muchos más incentivos en esta tarea artesanal que se realiza en La Geria, íntimamente ligada a la calidad del paisaje y más cercana a la jardinería que a una actividad económica convencional.
