ANÁLISIS
Música libre de derechos en los locales contra la tiranía de la SGAE
Cada vez más locales recurren a la ambientación con música online libre de derechos. Al ser mucho más barato, la dictadura de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) comienza a tambalearse.
Nació la alternativa a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), por lo que, poco a poco, comienza a resquebrajarse su dominio. Lo normal en este país venía siendo que cualquier local con música ambiental pagara a la SGAE. Ello es así porque esta entidad da por supuesto que absolutamente toda la música que se comercializa en España pertenece a su catálogo de autores. Rebelarse nunca ha sido una opción, porque te llevaban a juicio y ganaban casi siempre. Pero Internet y la música libre comienzan a cambiar esta situación.
Empieza por mentalizarte. En tu local de negocio ya no va a sonar nunca más la música de los 40 principales y demás emisoras de radio. En esto debes cumplir la ley a rajatabla. Y busca una buena selección de canciones cuyos autores hayan renunciado a cobrar por su distribución comercial. Aunque no lo creas, hay centenares de miles de canciones que cumplen este requisito.
“Cada vez hay más compositores e intérpretes que no quieren que la SGAE, y sus equivalentes, gestionen sus derechos”
Si tienes un local negocio, pongamos que una tienda de moda o una cafetería, y quieres reproducir música en él para amenizarlo, siempre puedes suscribir un contrato con la SGAE. Este acuerdo te permitirá explotar la totalidad de su repertorio, que alcanza casi todas las obras mundiales. Pero si no quieres pagar esos derechos, sólo tienes dos opciones: o retiras los aparatos reproductores del local, o lo acondicionas para dejar claro que no reproduces música gestionada por la SGAE. Pero, ¿y eso cómo se hace?
Lo que tienes que hacer es no firmar un contrato con la SGAE, o rescindirlo, si lo tuvieras. Y, por supuesto, no difundir en tu local música gestionada por la SGAE, colocando un cartelito bien visible que así lo indique. Aun así, puedes amenizar el local con música más o menos libre de derechos y te sale diez veces más barato, que no es poco.
Un ejemplo. Una empresa luxemburguesa, que opera en Internet, www.jamendo.com, dispone de alrededor de medio millón de obras de cesión gratuita. Las descargas son legales y gratuitas. ¿Y eso? Cada vez hay más compositores e intérpretes que no quieren que la SGAE, y sus equivalentes, gestionen sus derechos. Así que distribuyen sus obras bajo licencias de Creative Commons, que permite a los artistas definir la forma en que desean publicar y compartir su música, con cláusula Copyleft o no. Estas cláusulas permiten la distribución y difusión de estas obras de manera más o menos libre, y sólo sometidas a las restricciones de sus creadores. Se paga muchísimo menos, vaya.
“Gimnasios, peluquerías, tiendas de ropa, cafeterías… Un sinfín de negocios comienzan a explorar los beneficios de la globalización”
Abonando una pequeña cantidad a Jamendo se obtiene un certificado que presentar ante la SGAE, lo que, junto al cartel antedicho y dejar de difundir música licenciada por ella, abre nuevas puertas y probaría que ya no se está sujeto a la opresión de dicha Sociedad. Y si tiene una tele en su establecimiento, no sintonice canales o programas que emitan obras sujeta a derechos.
Gimnasios, peluquerías, tiendas de ropa, cafeterías… Un sinfín de negocios comienzan a explorar los beneficios de la globalización en el ámbito de las nuevas tecnologías de la comunicación. Aquí se encuentran plataformas donde los pequeños creadores compiten contra las discográficas ganando en visibilidad y ofreciendo productos de calidad a los consumidores a un precio justo.
Los recintos en los que la música no es un ingrediente principal, sino que se reproduce como telón de fondo para los clientes, permite a los artistas compartir su música en Internet de forma gratuita, pero manteniendo los derechos comerciales. Esta simbiosis tiene de los nervios a la SGAE.