LEYES
La marihuana, una asignatura pendiente
Obsesiones varias y pereza explican por qué Canarias es una de las pocas comunidades autónomas que aún no ha regulado el uso terapéutico del cannabis.
La legalización de la marihuana está cada vez más cerca. La Federación de Asociaciones Cannábicas de Canarias celebra hoy jueves por la tarde una jornada en la que se abordará la problemática existente con el consumo de cánnabis y sus derivados, desde su uso terapéutico hasta su uso lúdico. A la vez, se acercará a los asistentes la situación real en cuanto a su posible regularización, las distintas acciones empleadas para llegar a tal fin desde los puntos de vista de distintos profesionales, así como su uso en los distintos campos y los obstáculos con los que se encuentran. El lugar escogido es la Casa Mayor Guerra de San Bartolomé.
Canarias es una de las pocas comunidades autónomas que aún no ha regulado el uso terapéutico del cannabis. Obsesiones varias sin fundamento y pereza son dos motivos que explican esta situación, que está siendo sido superada en muchos lugares de nuestro entorno cultural. Hasta ahora, nadie se ha atrevido a llevar este asunto sobre la Mesa del Parlamento de Canarias. El uso legal de la marihuana con fines medicinales reduciría su precio, al acabar con los altísimos costos de producción e intermediación que implica la prohibición.
La prohibición de la marihuana no detiene al mercado negro, sólo lo ha sumergido
El Código Penal persigue la venta de cannabis así como su posesión y consumo en lugares públicos, pero no en lugares privados. La ley no distingue, sin embargo, entre uso terapéutico o lúdico, aunque sí los tribunales de justicia. En España el uso terapéutico está regulado mediante receta hospitalaria y existen los denominados clubes sociales, a través de los cuales los socios pueden acceder al cannabis de forma legal, en muchos casos llegando incluso a pagar impuestos.
Las políticas prohibicionistas han fracasado. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos se han empeñado en gastar más recursos y atentar más contra las libertades de sus ciudadanos en un esfuerzo inútil por detener el comercio ilegal del cannabis. La actual prohibición que pesa sobre la marihuana no detiene al mercado negro, simplemente lo ha sumergido bajo el manto de la ilegalidad. Según una reciente Encuesta sobre Drogas y Alcohol del Ministerio de Sanidad, un 28,6% de la población ha consumido alguna vez cannabis. Por otro lado, en los últimos diez años se ha multiplicado por tres el número de personas que lo consumen a diario.
Si se legalizara, su producción estaría sometida a las regulaciones propias de un mercado legal, sometida a controles de calidad y pagando los correspondientes impuestos. Además, su efecto sobre el empleo podría ser significativo.
De lo policial a lo sanitario
Aunque la marihuana fue criminalizada en casi todo el mundo a comienzos del siglo XX, a partir de 2011 ha surgido con fuerza un nuevo enfoque a raíz de un informe redactado por la Comisión Global de Políticas sobre la Droga, que expresa que es un buen momento para cambiar la estrategia prohibicionista debido a sus nulos efectos hasta la fecha. En cifras, entre 1998 y 2008 el consumo de cannabis subió un 8,5% en el mundo y el número de consumidores ronda los 160 millones en el planeta.
La Comisión Global de Políticas sobre la Droga está liderada por ex presidentes de Gobierno, empresarios, personalidades como el ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el ex responsable de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, y escritores como Vargas Llosa. Estas personalidades proponen ensayar la regulación del cannabis reclamando un giro en la política de drogas de lo policial a lo sanitario.