"El cierre del centro demuestra una vez más que estamos desbordados y necesitamos ayuda"

"El Gobierno de Canarias tiene unos protocolos de vigilancia y de control, que han determinado que, para garantizar la seguridad y los derechos de los menores, debían proceder a su traslado a Gran Canaria, a otros centros que tienen ya habilitados". Son las palabras del consejero de Menores del Cabildo de Lanzarote al preguntarle por el cierre que se decretó a finales de la pasada semana del centro de menores ubicado en Playa Honda.
"Desde el Cabildo de Lanzarote", explica Acuña, "lo que tenemos que señalar es que este es un centro que depende única y exclusivamente del Gobierno de Canarias, de la dirección General del Menor y que lleva abierto unos meses". Además, subraya que el cierre se produce "porque el gobierno canario tiene unos protocolos de vigilancia que han determinado finalmente que para garantizar los derechos de los menores, debían cerrarlo y hacer un traslado a Gran Canaria".
Al respecto de esta situación, el consejero del Cabildo Insular, ha querido insistir en que "el Estado debe ayudar, debe tener más presencia y sentir Canarias. El acompañamiento, la colaboración y las medidas efectivas y reales son fundamentales para que la atención a los menores sea la correcta".
"Una vez más", añade el consejero en su argumento, "se demuestra que estamos desbordados, que es muy difícil poder garantizar los derechos de estos menores, teniendo cerca de 6.000 menores tutelados en Canarias y, por lo tanto, subrayamos que esta cuestión también tiene que ver con la cantidad y con la poca equidad y la poca justicia que existe en cuanto a la distribución de estas personas por todo el Estado".
"Una vez más, también en ese sentido, reivindicamos que estos cierres y estas situaciones, pues son consecuencias también de esa sobresaturación que tenemos en Canarias", concluye Marci Acuña.