Top Secret, 13 de diciembre de 2016

¿Estamos cerca del desenlace del conflicto entre el ayuntamiento de San Bartolomé y la empresa que gestionó el Parque Eólico de Montaña Mina? O Monte Mina, como reza en la cartografía y en las señales de tráfico, que lo de Montaña 'sólo' figura en la costumbre de la ciudadanía de llamarlo así desde tiempos inmemoriales. Pero eso hoy no toca. Nos llegan los ecos de que la empresa que gestionó el Parque Eólico de ese lugar, en la actualidad con las aspas paradas, y desde hace meses, tiene los días contados. Como mucho en marzo de 2017 tiene que abandonar la zona...¡llevándose los molinos! Así es, porque en el momento en que se adjudicó, en 1991, se establecía esa circunstancia. Algo que parece inviable. Aún así la empresa explotadora, en concurso de acreedores y que debe un pastizal al ayuntamiento de San Bartolomé en concepto de canon y porcentaje (no paga un céntimo de euro desde 2013), pretende hacerse fuerte y pide 600.000 euros por abandonar la ladera de Montaña Mina. Y en el ayuntamiento de Loli Corujo, cuyo departamento jurídico sabe de enfrentarse a gigantes (que le pregunten, si no, a AENA), ni se inmutan. Atacan en dos frentes: uno instando al Gobierno de Canarias a que presione para que se preocupen de otros parques que tienen en Gran Canaria y vayan dejando este. Y, por otro lado, advirtiéndoles que, de repente, la licencia para desmontar los molinos les cuesta más de lo que piden. Interesante pulso.

 

Y lo que también parece un pulso, pero no lo es, es la larga agonía del tema Juan Manuel Sosa-Nueva Canarias. La sorprendente presencia del consejero en la rueda de prensa que ayer ofreció Coalición Canaria para acusar de 'robo' de dineros en inversiones al PSOE, PP, Podemos y la propia Nueva Canarias (a cuenta de lo del Fdcan, ya saben) indignó a la formación que en la isla coordina Armando Santana. Y que ayer, en La Tertulia de Biosfera Televisión, se quitó el tema de encima remitiéndose a lo que tenga que decir la Nacional. O sea, Carmelo Ramírez, que hoy está en la isla. Y Sosa, atento al medio, tardó poco en puntualizar que estuvo en Tinajo en esa rueda de prensa para escuchar a todas las partes, porque no se fía de ninguna (ni de su partido). Un partido al que sigue perteneciendo y al que le sigue ingresando la parte que le toca aportar como cargo público que cobra del Cabildo de Lanzarote.

 

Y no es pulso porque para que lo haya hacen falta dos manos que pugnen. Y a Sosa le han dejado la mano floja. Nos asegura que no ya Santana, es que ni Carmelo Ramírez ni Román Rodríguez le cogen el teléfono. Ni a él ni a los otros cargos públicos de NC que, afirma, se han ido separando del partido. Sosa asegura estar defendiendo los temas con los que se presentó a las elecciones (como la Ciudad de los Mayores, entre otras cosas) y lamenta que se den cuenta ahora de que no les gusta lo que hace. Dice el doctor que de haberlo sabido antes hubiese optado por alguno de los varios partidos que estuvieron interesados en su figura política para que les encabezara las listas. Ya les dijimos aquí mismo, hace varios días, que Sosa está en la prórroga en Nueva Canarias. Y quién sabe si episodios como el que les estamos contando, precipitará acontecimientos. Pero podemos apostar a que no terminará el mandato defendiendo esas siglas.