ESPACIOS NATURALES

Los Ajaches, otro espacio natural que coge resuello con la cuarentena

Es uno de los espacios naturales de mayor interés ornitológico de la isla, por lo que fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves.

Los Ajaches, otro espacio natural que coge resuello con la cuarentena

Los Ajaches es otro de los valiosos espacios de la isla que ha agradecido la cuarentena para coger un poco de resuello y recuperar sus tesoros naturales. Unos cuantos dirán que quién pudiera vivir al lado para echarse a caminar por esas veredas y senderos interminables. Pero, el vasto territorio dirá más o menos lo contrario: que bien me viene este descanso después de tanto tiempo de continuada e intensa huella humana. Los Ajaches forma parte de la red de espacios naturales de Lanzarote, cuya gestión recae en el Cabildo Insular.
Contiene importantes yacimientos paleontológicos: playas fósiles con restos de moluscos
 
El Monumento Natural de Los Ajaches es un espacio sin habitantes, pero su paisaje ha sido fuertemente intervenido por la acción humana en el pasado mediante la ganadería extensiva y la agricultura de secano. Las antiguas edificaciones, los corrales, los hornos de cal o la red de caminos revelan los usos y el aprovechamiento a los que ha sido sometido a lo largo de los siglos. De ahí su alto valor etnográfico y arqueológico, aunque gran parte de estos yacimientos se encuentran sin estudiar en profundidad.
 
Abarca una superficie de tres mil hectáreas dentro del término municipal de Yaiza y contiene dos grandes zonas: una llanura esteparia que incluye la zona de Papagayo y un macizo formado picos, lomas y barrancos. La altura más elevada la encontramos en Hacha Grande, con 560 metros. El motivo de su protección es la importancia geológica y geomorfológica del macizo, puesto que contiene yacimientos paleontológicos: playas fósiles con restos de moluscos gasterópodos marinos. El yacimiento del área de Papagayo es una antigua línea de costa situada entre los 40 y 50 metros de altitud sobre el nivel actual del mar, y se extiende casi siete kilómetros.
Los Ajaches fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves
 
Este territorio es uno de los espacios naturales de mayor interés ornitológico de la isla de Lanzarote, en el que se ha datado la presencia de una veintena de especies nidificantes y algunas otras migratorias. De ahí que fuese declarado Zona de Especial Protección para las Aves por la Comisión Europea, pasando a formar parte de la Red Ecológica Europea denominada ‘Natura 2000’.
 
Por citar algunas especies, aquí se encuentra el alcaudón real (Lanius meridionalis), la abubilla (Upupa epops) o el bisbita caminero (Anthus berthelotii). Las aves marinas y rapaces nidifican en los acantilados, como el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) entre las primeras, y, entre las segundas, la lechuza común (Tyto alba gracilirostris). Hay más de 15 especies invernantes y migrantes que se dan cita en este espacio. Las principales amenazas para las poblaciones de estas especies son, entre otras, la caza furtiva, la predación llevada a cabo por los gatos asilvestrados o la destrucción de hábitats.
Hay más de una docena de yacimientos arqueológicos en este espacio natural
 
En Los Ajaches está presente aproximadamente el 26% de la flora endémica de la isla. El grupo de vertebrados está representado por el lagarto Gallotia atlantica y el perenquén (Tarentola angustimentalis). Los invertebrados constituyen el grupo animal más importante en cuanto a número de especies y cantidad de ejemplares. Por último, los mamíferos constituyen un grupo muy poco significativo, pero merece destacar la presencia del erizo moruno (Atelerix algirus caniculus) y la musaraña (Crocidura canariensis).
 
Por último, hay más de una docena de yacimientos arqueológicos en este espacio natural protegido. Entre todos ellos, destaca el Rubicón Histórico, que contiene los vestigios del primer establecimiento permanente creado por los conquistadores europeos de las Islas Canarias. Se trata de un enclave costero en el que confluyen espacios y estructuras arquitectónicas y naturales. En la actualidad se trabaja en su recuperación como parque arqueológico visitable.
 
La presión turística sobre las playas de Papagayo ha sido hasta ahora la principal amenaza sobre la zona costera del Monumento Natural. La acampada está regulada en un terreno definido, pero habrá que ver cómo queda el campismo con las normas de distanciamiento físico que se imponen en estos tiempos. El pastoreo extensivo de cabras ha sido otro de los problemas tradicionales de este espacio, en especial en la zona del macizo.

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