EFEMÉRIDES

Día Internacional de la Educación: el titánico esfuerzo por no dejarse vencer por la ómicron

Cada 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación. Una fecha todavía muy joven, fue instaurado en diciembre de 2018, pensada con el objetivo de celebrar el papel desempeñado por la educación en favor de la paz y del desarrollo. Preocupaciones que, en 2022, deben compartirse con cómo seguir acudiendo a las aulas en medio de la pandemia

Día Internacional de la Educación: el titánico esfuerzo por no dejarse vencer por la ómicron

El 3 de diciembre de 2018, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación. El objetivo fijado tiene que ver con celebrar el papel desempeñado por la educación en favor de la paz y del desarrollo. "Sin una educación inclusiva y equitativa de calidad y de oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos, los países no conseguirán la igualdad de género y erradicar el ciclo de la pobreza que deja de lado a millones de niños, jóvenes y adultos", se plasmó en el argumentario.

El lema elegido para este 2022 es "Cambiar el rumbo, transformar la educación". Se trata de reflexionar sobre los cambios que hay que hacer para que la educación sea universal y de calidad.

​El derecho a la educación está consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La declaración exige la educación primaria gratuita y obligatoria. Por añadir, la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, va más allá al estipular que los países deberán hacer que la educación superior sea accesible para todos. Cuestión esta última que daría para mucho porque, sin irnos demasiado lejos, acceder a la Universidad en Canarias es más o menos accesible en función del lugar de residencia.

Cuando se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos. El Objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible tiene, concretamente, habla de “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos” para el año 2030.

La sacudida de la pandemia y el pulso a ómicron

El sector educativo no ha sido una excepción entre los damnificados de la pandemia que nos acompaña desde hace casi dos años. El cierre de las aulas, la adaptación a las clases telemáticas o el temor en el regreso a clase por no hablar de los directamente contagiados, fueron aspectos que amagaron con dejar muy tocado el curso 2020/21. Solo el esfuerzo de todos los elementos que componen la comunidad educativa y la profesionalidad del cuerpo docente, evitaron mayores problemas.

Sin embargo, la esperanza de haber dejado lo peor atrás gracias, entre otras cosas, al alto índice de vacunación, se ha truncado con la llegada de la variante ómicron cuyo poder contagiador se ha dejado sentir en los centros de enseñanza. A todos los niveles.

En Canarias el profesorado de baja por covid casi se ha duplicado en una semana como consecuencia del impacto de ómicron pasando de los 883 que estaban contagiados el pasado lunes 10 de enero a los 1.654 infectados de hace siete días, por lo que ya está afectada el 5,2% de la plantilla docente.

La cifra, que hizo pública la propia Consejería de Educación, incluye tanto los centros públicos como los privados y concertados. Además, el número de estudiantes contagiados se ha cuadruplicado pasando de 2.717 a los 10.751, el 3,1% del total.

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