El campo de Lanzarote sufre la escasez de lluvias y de años de abandono de políticas efectivas

En Lanzarote se producen apenas 20.000 toneladas de alimentos y cerca del 94% de la comida viene del exterior. Las políticas que emanan de las instituciones públicas para el sector se han demostrado o insuficientes, o directamente ineficaces.
En Lanzarote se producen apenas 20.000 toneladas de alimentos y cerca del 94% de la comida viene del exterior. Las políticas que emanan de las instituciones públicas para el sector se han demostrado o insuficientes, o directamente ineficaces.
El Consejo Insular de Palca, la Unión de Agricultores de la isla, ha identificado repetidamente cuáles son los problemas del campo lanzaroteño y por dónde hay que arbitrar las soluciones. Diversos expertos en la última década, y más allá, han ido dejando ideas y apuntes para tratar de insuflar algo de aire a un sector del que únicamente nos venimos a acordar en tiempos de crisis o para presumir en ferias y eventos que, dicho sea de paso, tampoco han tirado suficientemente del carro como para que la isla produzca más alimentos de los que produce.
Valga un dato que lo avale: en 2010, cuando arrancó el principal escaparate apoyado en el producto, el Festival Enogastronómico Saborea Lanzarote, había 3.548 hectáreas cultivadas en la isla. A 31 de diciembre de 2020, una década después y millonadas gastadas en ese evento y otros similares, 3.379 hectáreas de terreno sirven para producir. Y en caída libre desde 2016 para acá.
Desde Palca han dejado dicho que "cada año se cosecha menos cebollas, se plantan menos papas, granos y cereales, así como sandias, calabazas, arvejas o millo. Sólo hay que darse una vuelta por el campo para ver fincas abandonadas por todos los rincones con su evidente repercusión negativa sobre el paisaje". Y, abundando en lo dicho, "el desarrollo del sector primario no se consigue sólo con festivales de saborea o ferias de la tapa. Se necesitan otras iniciativas y a los hechos nos remitimos, pues a pesar de los innumerables eventos celebrados, lo cierto es que cada año que pasa hay menos agricultores. Por lo que algo habrá que cambiar, si se pretende impulsar la agricultura para aspirar a niveles mayores de soberanía y seguridad alimentaria"
Las políticas que proponen los que de verdad saben
Los agricultores tienen claro que las políticas del sector han de ir encaminadas a facilitar agua suficiente y de calidad para el riego agrícola, como primera premisa.
Junto a ello consideran fundamental elaborar un Plan Insular Agrario "que responda a los desafíos de una agricultura que, siguiendo las exigencias de la nueva Política Agraria Común, tiende a ser más ecológica y sostenible".
Creen que es necesario fomentar la constitución y funcionamiento de las cooperativas de agricultores, tal y como se viene haciendo en otros lugares con un éxito más que notable. "Los responsables públicos de esta isla deben apoyar estas figuras asociativas ya que ponen a la persona en el centro de la actividad económica, y además son un instrumento adecuado para vertebrar el sector".
Por parte del Cabildo "se debe prestar atención prioritaria a los productores agropecuarios para que sus demandas sean puntualmente atendidas, y no cómo hasta hoy, donde sus peticiones vienen sufriendo un cierto retraso motivado sobre todo por el hecho de que la consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca también engloba las áreas de Promoción Económica y Turismo, lo que ha redundado en una inasumible carga de trabajo para el departamento".
"A lo mejor", señalan, "sería conveniente la creación de una consejería dedicada exclusivamente al sector primario". Sin embargo, la isla ha tenido históricamente esa consejería y consejeros y consejeras que iban a salvar al campo lanzaroteño y la realidad se va imponiendo: faltan políticas y fallan muchas de las que ha habido hasta la fecha.
A la espera de que llueva.