Opinión

Los hipócritas se pierden por los homenajes

Los hipócritas se pierden por los homenajes

Este 25 de septiembre se cumplen 32 años del fallecimiento de César Manrique, y en estos días con motivo de tan señalada fecha se suceden los homenajes en radio, en televisión, en prensa escrita o digital, y se organizan exposiciones y conciertos patrocinados en su mayoría por las administraciones, eventos a los que irán muchos cargos políticos, presidentes, alcaldes y demás fanfarria gubernamental. Y tienen suerte de que César esté muerto, si estuviera vivo les cantaría a unos cuantos las cuarenta por lo que están haciendo con esta tierra canaria.

Desgraciadamente él no va a poder estar y yo tampoco voy a ir, pero nos queda esta vía para llamarles hipócritas a todos esos cargos públicos y cooperadores necesarios del destrozo medioambiental, social y humano que están haciendo en Canarias. Son tan hipócritas esta gente que nos gobierna, que no se cortan lo más mínimo en patrocinar o presentar eventos homenaje a César Manrique, pero bien se encargan de silenciar y guardar en un cajón el último informe sobre vivienda vacacional que le presentó al Gobierno de Canarias en mayo de 2024 la Fundación César Manrique creada por él mismo, como parte de esas más de 3.000 alegaciones que se presentaron a la nefasta ley del alquiler vacacional que prepara este gobierno. 

El mencionado informe que les adjunto y les invito a leer porque no tiene desperdicio, de la Fundación César Manrique, una institución muy reconocida y multipremiada por su labor en defensa de la cultura, la biodiversidad y la sostenibilidad en Canarias, está elaborado en base a las consideraciones de seis expertos académicos reconocidos en la materia y plantea literalmente una enmienda a la totalidad del anteproyecto de ley, esto es, que debe ser retirado por completo por ir en contra de lo que dice defender, y suponer no solo un aumento desmesurado de las viviendas vacacionales, también abre la puerta legal a la urbanización de más suelo para ladrillo en Canarias, favorece claramente a empresas y grandes tenedores y no aporta medios de fiscalización reales, entre otras consideraciones a cual más alarmante. 

Con todo, seguramente la nefasta ley saldrá adelante, porque en esta tierra nos lo tragamos todo, a pesar de las más de tres mil alegaciones, el contundente y exhaustivo informe de la Fundación César Manrique y lo que podamos denunciar o decir algunos activistas, pero al menos nos va a quedar la satisfacción de poder decirle a todos estos cargos, caciques y cooperadores necesarios que ahora van a los homenajes de César Manrique, que son unos grandísimos hipócritas, y además la mayoría de ellos lo saben, y así queda dicho, para que conste. 

Eloy Cuadra, activista social

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