La redefinición del nacionalismo canario
A poco más de un año de las elecciones autonómicas y locales, las encuestas -las reales y las interesadas- circulan a gran velocidad entre los medios de comunicación, las organizaciones empresariales y los partidos políticos. Los sondeos reflejan solo la foto del momento en que se tomaron los datos de campo y no son, ni mucho menos, una radiografía exacta e inamovible de lo que los ciudadanos acabarán diciendo en las urnas.
Ahora bien, sí es comúnmente aceptado que las encuestas marcan tendencias. Los últimos dos sondeos anuncian cambios importantes en el Parlamento de Canarias y en algunas de las instituciones más importantes del Archipiélago. Una de las encuestas a las que me refiero es la que publicó Canarias 7 la pasada semana. El otro sondeo, por encargo de un partido político, circula discretamente entre los distintos grupos de intereses en las Islas, consiguiendo el objetivo de sus promotores, que no es otro que ir generando un estado de opinión entre sectores sociales y económicos influyentes.
Aunque las predicciones electorales que avanzan las encuestas son casi siempre relativizadas por los partidos políticos, no hay duda de que a unos -a los que les dan bien- les multiplica la energía y el ánimo en el quehacer político diario, mientras que otros -a los que los pronósticos no les favorecen- tienen que superar el revés con gestos forzados que delatan su estado anímico ante los ciudadanos.
El cambio más notable que vaticinan todas las encuestas en la futura composición del Parlamento de Canarias es la entrada en el reparto de escaños de Ciudadanos. Si en las elecciones del 2015 fue Podemos el que con sus 7 diputados irrumpió con fuerza en la Cámara, en los comicios que tendrán lugar en mayo del 2019 será el partido de Rivera el que -con sus entre 7 y 12 diputados- acaparará la atención, entre otras razones por lo que la subida a escena de Ciudadanos puede significar para articular mayorías de gobierno en las islas y, además, como anticipo de la que se avecina en las próximas elecciones generales.
En las elecciones del 2011 CC obtuvo 21 diputados, el PP igualmente 21, 15 el PSOE y 3 Nueva Canarias. En la siguiente convocatoria electoral en las Islas, en 2015, CC se quedó con 18 escaños, el PSOE repitió con 15, el PP cayó a 12, NC subió hasta 5 el número de sus representantes, la Agrupación Socialista Gomera sumó 3 diputados y Podemos fue la gran sorpresa con 7 escaños. En las elecciones del 2011 los partidos que podemos situar ideológicamente en el centro-izquierda, es decir PSOE y NC, sumaron 18 escaños.
En las elecciones del 2015, a los 20 escaños que sumaron PSOE y NC -dos más que en 2011- el centro-izquierda sumó a los 3 de la Agrupación Socialista Gomera -escisión del PSOE – y los 7 de Podemos. Por contra, en las elecciones del 2015, CC y PP, que habían sumado 42 escaños en el 2011, perdieron 12 escaños, retrocediendo hasta los 30 escaños que tienen a día de hoy.
La espectacular caída del PP en Canarias entre el 2011 y el 2015 coincide con la cómoda mayoría absoluta con la que disfrutaba el Gobierno de Rajoy en las Cortes Generales. El desprecio con el que el Gobierno de España trató a Canarias en ese período y la lucha de los canarios de todas las Islas contra las prospecciones petrolíferas impuestas por el entonces ministro José Manuel Soria -con el apoyo de Mariano Rajoy- seguramente explica el desgaste de los populares en Canarias.
En las elecciones del 2011 CC consiguió revertir la tendencia a la baja que se venía produciendo paulatinamente hasta los 19 escaños que obtuvo en 2007. En 2011 recuperó dos escaños y se situó con 21. La pérdida de apoyos que viene sufriendo CC no están engrosando a los partidos de centro-derecha; todo lo contrario, son los partidos del centro-izquierda quienes se están beneficiando, especialmente Podemos.
Las encuestas apuntan que en 2019 el espectacular crecimiento de Ciudadanos en Canarias será por lo que restarán, básicamente, a PP y CC. El sandwich que están haciendo Podemos por la izquierda y Ciudadanos por la derecha exige una redefinición urgente y un reposicionamiento del nacionalismo canario ante el Estado y ante la sociedad. Es el momento. De lo contrario, se llegará tarde.