Top Secret, 20 de mayo de 2020

Uno menos

Uno menos

En cualquier contexto, la desaparición de un partido político es siempre una mala noticia. En Lanzarote, sin embargo, la cosa cambia. Casi mejor que algunos vayan desapareciendo. Es el caso de ese invento llamado San Borondón. Nacido de la inquietud de una persona y hundido por la forma caprichosa de manejarse esa misma persona. Por el camino, varias víctimas y muchas frustraciones. Este martes anunciaron su adiós al modo de la copla (“dices que te vas, dices que te vas, pero no te has ido”). En un comunicado denuncian el enésimo cambio de giro en las políticas hacia sus cargos públicos, recibiendo a cambio la enésima bofetada de estos. El partido de Jerónimo Robayna y de nadie más que de Jerónimo Robayna, sentencia que “en la próxima reunión de nuestra asamblea, se incorporará en el orden del día, un punto donde se propondrá la posible disolución de nuestra formación de la vida política al final de esta legislatura”. Por tanto, si nadie lo impide, San Borondón pasará a la historia allá por 2023.

Arrepentimiento

Cabe la opción de que, como ya sucediera en un pasado reciente, Jerónimo Robayna considere que el partido de Jerónimo Robayna necesita a Jerónimo Robayna y esa famosa asamblea dé marcha atrás y sigan en la arena política. Luego se verá si solos, en alianza con el PP, con el PSOE, dentro de Coalición Canaria o con los Amigos de José Vélez. Es la ventaja de haber creado un partido sin mayor ideología que los intereses…del pueblo, por supuesto. Y ustedes se preguntarán -o no- ¿Por qué Jerónimo Robayna se ha cansado de su juguete? En el comunicado que publicamos en este digital se explica perfectamente. Otra cosa es que se entienda y luego, otra más, que se crea. Por resumirles les diremos que han mandado a sus dos únicos cargos públicos a que hagan una cosa y la distinta al mismo tiempo y, como quiera que eso es imposible y estos se han negado, han optado por hacerse los sorprendidos y decir lo de todos son iguales menos nosotros y en este lodazal no hay cabida para los puros.

Cansino

No tenía mala pinta, en sus inicios, la aventura de San Borondón. El pueblo incluso les creyó y otorgó su confianza a unos cuantos de tal manera que obtuvieron representación en un par de instituciones. Luego se vinieron arriba e intentaron asaltar el cielo, que diría el otro. Pero ese día estaba nublado y les cayó la de dios es cristo. El destino, sin embargo, les dio una nueva oportunidad: aliarse con Coalición Canaria que, en esos días previos a las últimas elecciones, iba ejerciendo de coche escoba recogiendo todo lo que había por ahí tirado. Pero la aventura volvió a salir mal y CC se fue a la oposición y no pudo cumplir con los compromisos -todos limpios, puros y de interés general, naturalmente- adquiridos con Jerónimo Robayna. Que debe ser que finalmente tampoco ha encontrado nadie que los defienda y ha decidido amularse una vez más. No pocos esperan que esta vez sea ya la definitiva.

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