Pensar en verde

La recuperación económica debe ser verde. Esta es la principal conclusión a la que han llegado los principales gobiernos europeos, entre ellos el de España, después de que la pandemia del coronavirus haya tambaleado la economía mundial. 
 
Y en este contexto, Lanzarote no solo tiene que cumplir con las directrices europeas sino que debe dar un paso más allá. No solo por la fragilidad de su territorio sino también por la gran dependencia energética de los combustibles fósiles, fundamentalmente del petróleo.
 
El galardón de Reserva de la Biosfera, auspiciado por la Unesco, tiene que ser además un estímulo para que Lanzarote sea pionera en medidas medioambientalmente sostenibles. Es cierto que en los últimos años hemos dado pasos importantes para marcar ese camino, como la puesta en marcha de los parques eólicos, pero hay que ser más ambiciosos.
Tenemos las enseñanzas del gran referente de la defensa de la naturaleza: César Manrique
 
La agenda verde tiene que estar en la cúspide de todas las decisiones políticas que se vayan a tomar a partir de ahora. No debe ser un mero postureo sino una realidad. Políticas transversales que impliquen a cada una de las áreas de ayuntamientos y Cabildo. Es decir, que cualquier decisión que se adopte esté encaminada a mitigar la huella de carbono.
 
No debemos olvidar que a Lanzarote siempre le ha sentado bien el verde. Fuimos pioneros en la limitación del número de camas turísticas (no al gusto de todos, es cierto), contamos con una amplia red de espacios naturales y un parque nacional y una gran parte de nuestro territorio cuenta con alguna figura de protección. Y sobre todo tenemos las enseñanzas del gran referente de la defensa de la naturaleza: César Manrique.
 
Si la lucha contra el cambio climático era hasta ahora un elemento central de las políticas más progresistas, la irrupción del covid-19 ha reforzado aún más la idea de que la única manera de avanzar es el de implantar una economía sostenible.
Lanzarote tiene que adelantarse a las previsiones nacionales
 
El gobierno central ya ha puesto sobre la mesa para su tramitación parlamentaria el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética con el objetivo de  promover “la implantación de un modelo de desarrollo sostenible que genere empleo decente, articule instrumentos para atender a los colectivos vulnerables, favorezca ciudades y pueblos más habitables y saludables, fomente el desarrollo rural y proteja la biodiversidad”.
 
Una Ley de Cambio Climático que se fija el horizonte del 2050 para que España alcance lo que se denomina “neutralidad de carbono”, es decir, que la cantidad de dióxido de carbono (C02) que se emite a la atmósfera sea igual a la que se absorbe de forma natural por los bosques y plantas.
 
Sin embargo, Lanzarote tiene que adelantarse a las previsiones nacionales para volver a ser un referente no solo en nuestro país sino a nivel internacional. Y la única manera de conseguirlo es a través de las energías renovables para ser una isla energéticamente autosuficiente. En la energía eólica, solar, mareomotriz y geotérmica está nuestro futuro. Hay que pensar en verde, sin excusas.
 

Comentarios