MEDIO AMBIENTE

Palmericidio imprudente con las palmeras de la carretera de Los Mármoles

Las larvas del picudo de la palmera se alimentan del tejido vegetal interno haciendo galerías y son el causante del amarilleamiento prematuro y el colapso de las hojas.

Palmericidio imprudente con las palmeras de la carretera de Los Mármoles

Varias amenazas se ciernen sobre las palmeras lanzaroteñas, pero la peor son los devastadores efectos del picudo de la palmera (Diocalandra frumenti). Las situadas en los márgenes de la carretera del muelle de Los Mármoles se mueren ante la indiferencia de los poderes públicos, pero lo mismo sucede en otras vías públicas. Con alguna excepción, el tratamiento consiste en mirar para los celajes mientras muchos ejemplares sucumben ante sus propios ojos, en plena vía pública. Palmericidio imprudente, como mínimo.
 
Las palmeras lanzaroteñas, en general, se encuentran gravemente amenazadas desde varios frentes, pero el más visible es el picudo de la palmera. No es el temible picudo rojo, pero también ocasiona enormes daños. Palmera que ataca, palmera que muere irremisiblemente si no recibe el tratamiento adecuado. Este escarabajo de pequeñas dimensiones (unos seis milímetros, aproximadamente) se detectó por primera vez en Canarias en la primavera de 1998 y más tarde fue localizado en Lanzarote, a donde llegó por el puerto de Playa Blanca.
 
Las larvas del picudo de la palmera se alimentan del tejido vegetal interno
Un estudio realizado en 2006 confirmó su presencia, con carácter leve y moderado, en Costa Teguise, Puerto del Camen, Tías, Uga y Playa Blanca. Desde entonces, este insecto ha ido atacando ejemplares de palmera canaria (Phoenix canariensis) y palmera datilera (Phoenix dactylifera) y sus híbridos. Si el ataque es fuerte, la palmera se desmocha, se seca y muere en menos de un año. Si está enferma, su tronco se muestra pelado, como un muñón que brota de la tierra. Si es así, ya está muerta y habrá que arrancarla. Triste destino después de décadas esperando a que el ejemplar creciera y prosperara para embellecer los espacios urbanos y el paisaje de la isla. 
 
Los ejemplares enfermos presentan una sintomatología reconocible. Las larvas de la Diocalandra se alimentan del tejido vegetal interno haciendo galerías en raíces, inflorescencias, frutos y hojas. Son el causante del amarilleamiento prematuro y el colapso de las hojas. Un síntoma muy característico de la presencia de esta plaga es la clorosis en los extremos de las hojas más jóvenes, que van pasando del típico color amarillo hasta quedarse totalmente blancas.
 
Hay vacunas para el control y eliminación de las larvas de ‘Diocalandra frumenti’
Hace un par de años, el Ayuntamiento de San Bartolomé encargó a un especialista un estudio para averiguar las causas por las que, en los últimos años, las palmeras de la Avenida de Playa Honda se han visto afectadas por plagas y enfermedades. Varios ejemplares se habían perdido y algo había que hacer. El estudio detectó la presencia del destructivo insecto en 132 palmeras canarias, pero en diez de ellas llegó demasiado tarde, por lo que fueron taladas. 
 
El tratamiento, que debe ser aplicado con urgencia, consiste en un sistema de inyección mediante agujas especiales para palmáceas con el fin de combatir las plagas que las parasitan y controlar así el insecto. No hace tanto, el Cabildo presentó un nuevo experimento de vacunas para el control y eliminación de las larvas de Diocalandra frumenti. Se trata de un producto que se inyecta en el ejemplar y que la savia asimila y conduce por todos los rincones afectados. 
 
La inyección es muy bien asimilada por la palmera, por lo que es mucho más eficaz que los insecticidas convencionales. Sólo son media docena de pinchazos se erradican las larvas de este insecto. El problema es acabar con los picudos adultos. Para ello, de momento no hay otro sistema que la observación, la prevención y la alerta temprana. Además, hay que ser escrupulosos con las podas, que requieren de autorización, y desinfectar siempre las herramientas antes de cortar las hojas.

Comentarios