La dichosa tele canaria

 

El presupuesto de funcionamiento de la tele y radio públicas de Canarias para 2018 asciende a 45,3 millones de euros, un 12,6 por ciento más que el año pasado que cubre en su integridad la Administración autonómica. La tele canaria presenta como peculiaridad respecto a otras televisiones autonómicas que sus servicios informativos son gestionados por empresas externas seleccionadas por concurso. Su actual gestor es la sociedad Videoreport, participada por el diario Canarias7, aunque su contrato vence el próximo junio por lo que el ente canario ha abierto un procedimiento para contratar a un nuevo proveedor, que aún no se ha resuelto, y que contará con un presupuesto de 144 millones de euros repartidos en ocho años.
 
Muchos millones de euros para este folletín en el que predomina la mala calidad y la descarada manipulación política. Mientras tanto, José Carlos Naranjo Sintes es el candidato que ha propuesto Coalición Canaria para dirigir el ente en calidad de administrador único hasta que se recomponga el desastre. Naranjo lleva cuatro años de retraso en emitir su informe sobre el ente en la Audiencia de Cuentas, órgano del que es consejero.
 
A diferencia de la canaria, À Punt nace con una explícita vocación de servicio público
Pero, ¿hay algún modelo que sirva de ejemplo a imitar para la dichosa tele canaria? Ahí están la BBC o TVE en la época de Zapatero. Pero, sin volar tan alto, ahí tienes À Punt la nueva tele pública valenciana. Valencia perdió su radiotelevisión autonómica en 2013, cuando el gobierno del PP apagó Canal 9 en medio de una fuerte polémica. Cuatro años y medio después, nace una nueva radiotelevisión valenciana, À Punt, con un esquema de funcionamiento que limita su presupuesto y una explícita vocación de servicio público.
 
El presupuesto de À Punt, 55 millones de euros, no llega a la cuarta parte del coste que llegó a alcanzar anualmente Canal 9, más de 250 millones de euros. À Punt tiene limitado por ley que no puede superar cierto porcentaje del presupuesto de la Comunidad, su directora ha sido seleccionada mediante concurso y, por si no fuera poco, tiene limitado también por ley acumular deuda. La plantilla es de poco más de 300 empleados, frente a los 1.800 que llegó a tener Canal 9, y ha creado una redacción integrada que produce contenidos para una plataforma digital de la que se nutren sus emisiones de radio y televisión.
 
Ahí tienes un modelo. Lo que sea menos seguir con esta dichosa tele canaria que está a la cola de Europa en cuanto a la consideración que los canarios tienen del servicio público.

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