Opinión

La centralidad perdida de CC

La centralidad perdida de CC

Cuando ninguna fuerza política logra una mayoría absoluta, el resultado de las elecciones se mide en dos tiempos; de una parte, está el momento que se vive tras el recuento de los votos y, en segundo término -sin duda el más determinante- tiene lugar el que se produce después del período que abren las distintas fuerzas políticas para alcanzar acuerdos que garanticen mayorías estables de gobierno.
 
La noche del 26-M dejó en Canarias un escenario muy abierto. Tanto el PSOE -con 25 diputados- como CC -con 20 escaños- estaban de condiciones de actuar como referencia para aglutinar un gobierno de izquierdas o un gobierno conservador. En elecciones precedentes, Coalición Canaria estuvo siempre situada en una posición centrada, que le permitió armar acuerdos con las fuerzas progresistas o con las opciones más conservadoras. No ha sido así en las últimas semanas.
 
Ahora PSOE y PP son capaces de entenderse
Los continuos desencuentros que se produjeron en el pacto CC-PSOE que echó a andar en 2015 -tensiones que generaron un clima insostenible entre el presidente Clavijo y los consejeros socialistas- desembocó en que finalmente el PSOE abandonará el Gobierno en mitad de una enorme tensión, desatando la ruptura de las relaciones entre ambas fuerzas políticas, una situación que dos años después ha tenido consecuencias: por primera vez, Coalición Canaria ha negociado lejos de la centralidad, condenándose a mirar única y exclusivamente a su derecha para buscar mayorías. La buena sintonía que se fraguó entre CC y el PSOE en la legislatura 2011/15 favoreció el acuerdo entre ambos partidos tras las elecciones del 2015. Sin embargo, algo más de un año -tras la expulsión de los socialistas del Gobierno- la desconfianza y los recelos se dispararon, los puentes quedaron rotos.
 
Construir la relación de confianza y lealtad entre PSOE y CC, sintonía que dio lugar al ejemplar acuerdo con el que ambas formaciones gobernaron entre 2011/2015, no fue tarea sencilla. Los socialistas aún recordaban la moción de censura presentada por Manuel Hermoso a Jerónimo Saavedra en el año 93 y también el fracasado pre-pacto firmado en Puerto de la Cruz tras las elecciones del 95. No fue fácil, pero se generó la confianza necesaria para poder forjar alianzas.
 
Después del 26-M el contexto ha sido bien diferente. A la pérdida de posición de CC en el tablero político del Archipiélago se unió la versatilidad con la que se mueven en el mismo el resto de formaciones políticas. Ahora PSOE y PP son capaces de entenderse, NC tiene un amplio abanico para buscar puntos de encuentro -tanto a su derecha como a su izquierda- y la ASG de Casimiro Curbelo no tiene ningún complejo a la hora de llegar a acuerdos con aquellos que se comprometan con su isla, independientemente del signo político que representen.
 
Coalición Canaria ha acabado siendo arrinconada en el tablero
En el marco político descrito, la partida de ajedrez que se inició la noche del 26 de mayo para buscar un acuerdo de gobernabilidad en las islas era muy exigente. Cerrada la puerta a un potencial entendimiento con los socialistas, a CC se le abrió de par en par la que le pudo llevar a paso ligero a un acuerdo con el PP, Ciudadanos y ASG.  Al no tener alternativas al pacto que negociaba con las fuerzas del centro derecha, CC no estaba en condiciones de exigir y sí en la necesidad de ceder a las condiciones de sus potenciales socios de Gobierno.
 
En este orden de cosas, la pérdida de posición política y el manejo de los tiempos en la toma de decisiones durante las negociaciones para alcanzar un acuerdo de gobernabilidad han terminado condenando al nacionalismo moderado canario a la oposición. Está por analizar que correlación puede haber entre el fracaso de la negociación de CC para conformar un pacto con los partidos de centro derecha y la caída de instituciones emblemáticas que han sido gobernadas por los nacionalistas: Ayuntamiento de Santa Cruz, Arrecife y Puerto del Rosario, o los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura -amén de lo que pueda suceder en los de Tenerife y La Palma-.
 
El resultado electoral de CC, tanto en las elecciones generales del 28 de abril como en las autonómicas y locales del 26-M fue más que aceptable. Sin embargo, Coalición ha acabado siendo arrinconada en el tablero, una situación en la que ha tenido mucho que ver la pérdida de la centralidad por parte de CC.

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