Top Secret, 19 de mayo de 2020

Es ahora

Es ahora

En la histórica viñeta de Forges, publicada por El País en medio de la vergonzosa Guerra de Irak, se pinta a Aznar como el hazmerreír de la época. Quería ser del Eje y fue el aserejé por mucha ominosa foto conocida como ‘Trío de las Azores’ y por más que estirara las piernas para ponerlas encima de la mesa de Bush, en una postura grotesca. Lanzarote también ha sido el asejeré cada vez que Mario Pérez o Inés Rojas vendían a bombo y platillo aquello del Eje Oriental. Pretendían hacernos creer que Lanzarote -en aquella época no añadían ‘y La Graciosa’- y Fuerteventura constituían alianza para forzar la llegada de mayores inversiones por parte del Gobierno de Canarias. A la vista está que el eje fue aserejé. Miren a su alrededor a ver si ven alguna inversión en los últimos 25 años que nos haya puesto en el siglo XXI. No la verán. No la hay. Además de la rutina, a regañadientes, tarde y mal (colegios, algún centro de salud y tal) el Gobierno de Canarias presidido por Coalición Canaria, ora con el PP, ora con el PSOE, ha pasado del supuesto Eje Oriental como de comer hierba.

Resurge

Sólo por estos antecedentes yo me pensaría dos veces llamar Eje a esa alianza que ahora se nos vuelve a vender. Cambian los actores, claro: María Dolores Corujo por Lanzarote y Blas Acosta por Fuerteventura. Ambos del PSOE y con el PSOE en el Gobierno de Canarias. Las intenciones son las mismas, pero en otro contexto. Las dos islas más orientales del Archipiélago, la nuestra y la majorera, van a sufrir como ninguna otra los embates de la crisis económica que seguirá a la sanitaria que venimos padeciendo como consecuencia de la pandemia provocada por el SARS Cov2. Ya lo hemos comentado en alguna ocasión: todos los huevos los tenemos en el mismo cesto. Seriamente herido el turismo, quién sabe por cuánto tiempo, la realidad social de Lanzarote corre riesgo de sufrir un durísimo golpe de imprevisibles consecuencias. En Fuerteventura tres cuartos de lo mismo. Nuestro sector primario no da y carecemos de industria suficiente como para amortiguar los efectos del desempleo que se nos viene.

A una

Por ello, cuando la presidenta habló este viernes en términos de exigencia de que Canarias reconozca algo evidente: “el golpe que se ha llevado nuestra economía se concentra, de manera especial, en dos islas: Lanzarote y Fuerteventura”. Antes de decir una de las verdades de lo que va de siglo: “Ambas islas llevamos años aportando muy por encima de lo que recibimos. Hemos sido auténticos motores en la recaudación de impuestos y en la generación de actividad económica”. La presidenta enfatizó: “Ha llegado el momento de que la solidaridad cambie de sentido y Lanzarote y Fuerteventura se conviertan en objetivo prioritario. No queremos estar mejor que nadie, pero no vamos a tolerar estar peor que nadie”. Nunca antes, en la historia de los aserejés, se fue tan contundente. Habrá que estar atentos al resultado del envite porque nos va mucho en ello. Más que en ningún otro momento de la historia reciente, como es fácil adivinar.

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