CC, un año a la sombra

Transcurrido un año de la toma de posesión de los nuevos gobiernos en Canarias, unos tienen motivos para rememorar el día de la toma de posesión, ya que siguen gobernando. Pero otros no y parece que no se hallan fuera de los resortes del poder, en la fría y mal pagada oposición, y por eso parece que hasta suplican volver a pisar moqueta. Coalición Canaria (CC) lleva un año a la sombra desde que cuajó el Pacto de la Flores y se quedó fuera del Gobierno regional después de casi treinta años de estancia ininterrumpida en él, o sobre él, adquiriendo todos los vicios asociados al mando omnímodo. CC tiene la misma concepción patrimonialista de Canarias que el PP y Vox tienen de España. Quizá sea se toque conservador lo que les une tanto… 
 
También en Lanzarote le tocó pasar a la oposición. Un año más tarde y visto desde fuera, parece que en Coalición no ven la hora de que se rompan los pactos para volver a ocupar los despachos. O que se abra una grieta en un ayuntamiento pequeño y empiecen a romperse los acuerdos en cascada, pero no es probable que suceda: todavía dura el queme ocasionado por Coalición durante décadas y tanto agravio causado no ha sido olvidado y perdonado aún. En Lanzarote, los nacionalistas canarios conservadores se quejan de que el grupo de gobierno no los ajunta y hacen oídos sordos a la creación de una mesa multidisciplinar, técnico-política para abordar de forma conjunta y especializada las distintas acciones que se deben implementar en la isla. 
 
El problema radica en que Coalición Canaria despreció en sus tiempos y, por eso, sus propuestas son recibidas ahora con falta de aprecio. La secretaria general insular de CC lo recalcaba hace unos días refiriéndose al Cabildo: “Somos cuatro partidos: dos gobernando y dos en oposición. Sería tan fácil…, pero cuando se llega al poder cargado con tantos rencores y con tanta ganas de revancha pues todo se hace muy difícil”. Machín Tavío vuelve a tender la mano y reclama pasar página para afrontar la grave crisis económica y social que se avecina, pero para que su petición sea atendida se precisa primero un cambio de actitud sincero y que sea creíble por parte de su grupo político. Y por parte de su portavoz. Y lo mismito en Arrecife.

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