Los signos del golpe de estado han ido desapareciendo de las calles

18 de julio, se extinguen en la isla los símbolos del franquismo

Los enseñantes, portadores del conocimiento, fueron muy perseguidos tras el golpe militar. En la isla fueron detenidos varios maestros y muchos son apartados de la docencia.

18 de julio, se extinguen en la isla los símbolos del franquismo

Todavía hay quienes lo festejan en este país. Envueltos en banderas preconstitucionales, llaman ‘glorioso alzamiento nacional’ al golpe de Estado contra el régimen constitucional entonces vigente. Republicano, por cierto. Aunque su número es testimonial, aún campan los nostálgicos de aquella sublevación contra el gobierno de la Segunda República Española que se produjo el 18 de julio de 1936 y cuyo fracaso parcial condujo a la Guerra Civil. ¡Cuánto añoran el ‘movimiento nacional’ y ‘la superioridad’! Echan de menos la autoridad, el autoritarismo y los privilegios que disfrutaron los golpistas durante cuatro decenios bajo una férrea dictadura. Familia, municipio, sindicato, misa y comunión diaria y nada más.

¡Mira que no dejar entrar al almirante Nelson y dejar salir al general Franco!
 
Cada 18 de julio, los canarios nos reprochamos siempre lo mismo: ¡mira que no dejar entrar al almirante Nelson y dejar salir al general Franco! Aunque, al parecer, hubo dos intentos de acabar con la vida del entonces general de división y comandante militar en Canarias, Francisco Franco. Aquel día, Franco consuma su traición, ordena el estado de guerra en Canarias y difunde el ‘Manifiesto de Las Palmas’: “¡Españoles! A cuantos sentís el santo amor a España, a los que en las filas del Ejército y la Armada habéis hecho profesión de fe en el servicio de la Patria, a los que jurasteis defenderla de sus enemigos hasta perder la vida, la Nación os llama a su defensa (…) La Constitución, por todos suspendida y vulnerada, sufre un eclipse total; ni igualdad ante la Ley, ni libertad, aherrojada por la tiranía, ni fraternidad; cuando el odio y el crimen han sustituido al mutuo respeto, ni unidad de la Patria, amenazada por el desgarramiento territorial más que por regionalismo que los propios poderes fomentan; ni integridad y defensa de nuestras fronteras (…) Pactos electorales, hechos a costa de la integridad de la propia Patria, unidos a los asaltos a Gobiernos Civiles y cajas fuertes, para falsear las actas, formaron la máscara de la legalidad que nos preside (…) ¿Es qué podemos abandonar a España a los enemigos de la Patria, con un proceder cobarde y traidor, entregándola sin lucha y sin resistencia? (…)”. Produce escalofríos releer aquella arenga cuartelera.
 
También fue castigado el alcalde socialista de Arrecife, Rafael Medina Armas ‘Fidel Roca’
 
Tras aquel 18 julio de 1936, los enseñantes, portadores del conocimiento, fueron muy perseguidos tras el golpe militar, y muchos fueron represaliados en Lanzarote. En la isla fueron detenidos varios maestros y muchos son apartados de la docencia. También fue castigado el alcalde socialista de Arrecife, Rafael Medina Armas, cuya producción literaria y periodística se presenta bajo el seudónimo de Fidel Roca. El catedrático de enseñanzas medias Juan Millares Carló fue destituido de su puesto en Las Palmas de Gran Canaria y desterrado en Lanzarote, donde permanecerá varios años, dando origen a los vínculos de los Millares con la isla. Asimismo, se eliminan los signos republicanos, los crucifijos católicos entran en las aulas, se cambian los nombres de las escuelas relacionados con la República y se rebautizan varias calles con nombres relacionados con el nuevo régimen, y que han sido restituidas recientemente.
 
El dictador visitó Lanzarote en 1950 e inauguró el Hospital Insular. Su estancia dejó como recuerdo el nombre de la avenida marítima: General Franco, denominada así hasta anteayer mismo, hoy La Marina. Otro hito, aunque edificado años más tarde, sería el grupo escolar Generalísimo (más tarde, La Destila), que incluía viviendas para maestros. Sin embargo, más de ochenta años después de aquella fecha de penoso recuerdo, mientras se agota la cuenta atrás para sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos, los signos y símbolos del franquismo han ido desapareciendo de las calles y las plazas de todo el Estado. También en Lanzarote, aunque lo asombroso es que todavía cuesta después del tiempo transcurrido.
 
El único signo que todavía permanece es ‘la Cruz de los Caídos’ en el centro la plaza de la Iglesia de San Ginés. Hay que desechar el carácter religioso del monumento a pesar del simbolismo cristiano que representa la cruz en la religión católica. Entre otros motivos, porque no se encuentra en un lugar de culto, sino en una plaza pública, y porque se erigió para honrar a los vecinos pertenecientes a la facción ganadora que murieron en la Guerra Civil. Es un símbolo de carácter político y llegó a acoger en el pasado actos de exaltación de la sublevación militar.
 
Sí, lo asombroso es que todavía cuesta después del tiempo transcurrido.

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