Abuelos y abuelas, un gran pilar de las familias actuales
La cuarta parte de las personas mayores cuida de sus nietos y nietas una media de 7 horas diarias, que equivale prácticamente a una jornada laboral
Hoy día, cuando se piensa en ser padre o madre, una de los aspectos que se valoran es si la criatura podrá contar el cariño de sus abuelas y abuelos. Y los padres y madres también valoran si podrán contar con su ayuda para criarlos. La circunstancia de tener o no abuelos y abuelas influye en la calidad de vida de buena parte de las niños y niñas en los primeros años de sus vidas. Hay un dato que es muy revelador: la cuarta parte de las personas mayores cuida de sus nietos un total de 7 horas diarias. Como una jornada laboral.
Este 26 de julio se celebra el Día de los Abuelos, la conmemoración de uno de los pilares que sustentan a las familias contemporáneas, al menos en nuestro país. En la actualidad, la media de edad para ser abuelo o abuela es de 64 años. En Lanzarote hay algo más de 18.000 personas mayores de 65 años, lo que equivale a más del 11 por ciento de la población.
No se es una persona vieja a los 65 años
Aunque hace ya un siglo que se estableció el umbral de los 65 años como el inicio de la vejez, en la actualidad no se puede sostener que a esa edad una persona sea vieja. Ni mucho menos. A esa edad, una persona es plena, vital, con experiencia en la vida y posiblemente con vistas a una larga, activa y satisfactoria jubilación laboral.
Por lo tanto, cuando llega el turno de ser abuelo o abuela se está en su plenitud como persona debido al incremento de la esperanza de vida y de una mejor calidad de la misma. Por eso, la mayoría de los niños y niñas que nacen vienen al mundo con todos sus abuelos vivos. Y, además, el retraso de la mortalidad permitirá cada vez más que esta relación dure en el tiempo, por lo que los nietos convivirán con sus abuelos durante largos años.
La mayor esperanza de vida del planeta
Este fenómeno es completamente nuevo en la historia de la humanidad al quedar atrás la figura de los abuelos viejecitos y sin fuerzas para jugar con los pequeños y sin ganas de disfrutar de ellos. España es el país con mayor esperanza de vida del planeta. La esperanza de vida al nacer supera los 83 años y se espera que el porcentaje de personas mayores de 65 años alcance la cuarta parte de la población en 2030.
Las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar han provocado un aumento del número de abuelos que tienen que hacerse cargo de sus nietos, una tarea que ejercen con dedicación y profesionalidad. Por otro lado, cumplen un papel fundamental en la educación de los más pequeños y disfrutan de ellos plenamente como no lo hicieron con sus propios hijos. Además, son para ellos referentes de inteligencia, experiencia y sabiduría.
Abuelos y abuelas no dejan de consentir a sus nietos y nietas
Otra consecuencia del retraso de la mortalidad es la modificación de la estructura social, algo que resulta crucial para la gobernanza presente y futura. Se llega a los 65 años mayoritariamente con pareja, lo que en el siglo pasado apenas se producía en un tercio de las uniones. Pero, por otro lado, muchas de estas personas mantienen viva la memoria de la dictadura franquista y la lucha por las libertades, a la par que valoran la democracia y, por ello, ejercen responsablemente sus derechos cívicos, como el voto.
No obstante, junto a la etiqueta de abuelo o abuela surgen algunos interrogantes relacionados con el aumento de la edad de jubilación, la actualización de las pensiones según el IPC, la sostenibilidad del sistema público de pensiones, la calidad de los servicios públicos en el Estado del Bienestar, como la sanidad, o la dotación presupuestaria de la Dependencia y el cuidado de las personas mayores.
Los abuelos y abuelas se hacen estas preguntas, pero no dejan de disfrutar de la vida y de consentir a sus nietos y nietas. De educarlos y de decirles eso no se dice, eso no se hace o eso no se come ya se ocupan los padres y las madres.