DÍA DE LOS ANIMALES

La musaraña, nuestro único mamífero terrestre no volador y que es endémico

Fotos: C. Schuster. Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias.

Muy tímida, la musaraña se parece a un ratoncillo, pero no es un roedor y se diferencia por tener el hocico más largo y porque cuenta con cinco dedos en las patas delanteras.

La musaraña (Crocidura canariensis) es el único mamífero terrestre no volador endémico del Archipiélago canario y habita en las dos islas de majos, Lanzarote y Fuerteventura, y en los islotes cercanos. La supervivencia de esta rareza de la naturaleza está amenazada tanto por pérdida y fragmentación de su hábitat, debido a los procesos de  urbanización, como a los gatos asilvestrados que las cazan como si fueran ratones. A pesar de su apariencia, la musaraña no es un roedor. Cada 4 de octubre se conmemora el Día Mundial de los Animales, y ya puestos a respetar a todos los seres vivos que conviven con nosotros, por qué no empezar por la musaraña. 
 
Extraordinariamente tímida, la musaraña se parece a un ratoncillo, pero se diferencia por tener el hocico más largo y afilado y porque cuenta con cinco dedos en las patas delanteras. Tiene entre 6 y 7,5 centímetros de longitud, posee unas orejas largas y suave pelaje de color marrón grisáceo. Vive en zonas de malpaís con escasa o ninguna vegetación, aunque también se le observa en hábitats arenosos con rocas y vegetación, barrancos pedregosos y antiguas áreas de cultivos con paredes de piedras. Escarba para construir sus madrigueras debajo de las piedras o la tierra. Esta especie se encuentra incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. 
En cautividad se ha comprobado que la musaraña es un animal muy retraído
 
Hay otras especies que se encuentran en peligro en Lanzarote y el Archipiélago Chinijo, en triste sintonía con lo que sucede en todo el mundo, puesto que la biodiversidad se ha reducido un 58% en 40 años. Parece que los humanos no acabamos de entender que la naturaleza es nuestra principal aliada para luchar contra el cambio climático y está desapareciendo: el tamaño medio de la población de mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios ha disminuido en un 68% desde 1970. A pesar de que los datos son abrumadores, la humanidad parece seguir en las musarañas, distraída y absorta, en lugar de comprometerse activamente en la conservación de la biodiversidad. 
 
Se ha observado que la musaraña come casi cualquier tipo de invertebrados y sus larvas. También es capaz de capturar y comer al pequeño lagarto Gallotia atlantica, que vive en estas islas. En cautividad se ha comprobado que es un animal muy retraído y que permanece la mayor parte del tiempo escondido dentro de su madriguera. Se ha constatado asimismo que el macho participa en las tareas de crianza protegiendo, trasladando y aseando a las crías. La musaraña depredada por la lechuza común (Tyto alba) y el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus). No hay unanimidad entre científicos sobre si la musaraña canaria es una subespecie de la que vive en el norte de África o de la que habita en la isla de Sicilia.