El Reportero Anónimo

Aceras muy estrechas

Hay un motón de aceras en Arrecife que son tan estrechas que apenas cabe una persona en ellas. Cuando dos se cruza, una se tiene que bajar y cederle el paso a la otra. Si van juntas, charlando, una camina sobre la acera y la otra sobre el asfalto. Y eso si no hay coches aparcados, porque entonces tienen que ir en fila india y a veces de lado. Cuando transitan personas mayores, discapacitadas, madres o padres con carritos de bebé, entonces apaga y vámonos. Son aceras viejas, es verdad, de hace un montón de años, pero poco a poco habría que ir ensanchándolas quitando aparcamientos. 
 
Esto es lo que nos dice un reportero anónimo que fue testigo de una señora con un carrito de bebé pasando por una acera estrecha y que se tropezó con un poste, algo habitual, porque las señales las ponen en el suelo en vez de colgaras de las paredes. El carrito no pudo pasar debidos a los inútiles cachivaches situados en las aceras, y se tuvo que bajar de la acera para poder seguir su camino. En ese momento se tropezó con otra señora con un carrito que tuvo que hacer la misma maniobra. Se cuenta y no se cree, pero es verdad y dicho queda.