Todos los motores de la central térmica habrán finalizado su vida útil en 2031
¿Es seguro el abastecimiento de energía eléctrica en Lanzarote? Esta pregunta sobrevuela en la isla y en todo el archipiélago a raíz del cero energético sufrido en La Gomera
¿Es seguro el abastecimiento de energía eléctrica en Lanzarote? Esta pregunta sobrevuela en la isla y en todo el archipiélago a raíz del cero energético sufrido en La Gomera días atrás. Sobre todo, porque el presidente del Cabildo de aquella isla, Casimiro Curbelo, alertó que el “extraordinario abandono” de la red que Endesa opera en Canarias “traerá problemas” a otras islas del archipiélago “por la falta de inversiones,” y citó expresamente a Lanzarote.
Renovar los generadores de Punta Grande
La inquietud es pertinente, ya que la mitad de los grupos de generación de electricidad de las centrales térmicas en Canarias superaron su vida útil antes de 2020, un escenario que se incrementará hasta el 62,4 por ciento en 2030, según la estrategia de ‘Generación Gestionable’ llevada a cabo por el Instituto Tecnológico de Canarias y enmarcada en el Plan de Transición Energética de Canarias. Se prevé que para 2040 todo el parque generación de las centrales térmicas de las islas tendría su vida útil vencida.
En Lanzarote, siete de los 13 generadores instalados para producir energía eléctrica ya agotaron su vida útil y para 2031, dentro de ocho años, todos los motores de la central habrán finalizado su vida útil, lo que daría lugar a un escenario de cierta inseguridad en el suministro si se siguen utilizando. Por lo tanto, al menos una parte de esos generadores deben ser renovados, lo cual conlleva un trámite lento y caro que viene regulado por la Ley 17/2013, que contempla la garantía de suministro en los sistemas eléctricos insulares.
La central de producción de energía eléctrica de Lanzarote se encuentra en Punta Grande, entre Arrecife y Costa Teguise. La potencia instalada asciende a 174,5 megavatios (MW) y consta de 13 motores diesel alimentados por fuel oil y dos turbinas de gas alimentadas por gasoil. La producción bruta de energía eléctrica, en régimen ordinario, ascendió a 753.889 MWh en 2022, atendiendo la demanda de los más de 82.000 clientes que consumieron una cantidad de energía eléctrica un poco inferior a la producción bruta.
La idea de trasladar la central térmica
Ya se adjudicó el Parque Eólico San Bartolomé, de 9,2 MW, por lo que, cuando entre en funcionamiento este parque eólico, se alcanzará en la isla un total de 40,7 MW de potencia eólica con parques públicos. Por lo tanto, queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar la anhelada autosuficiencia energética con energías limpias y autóctonas. El caso es que la implantación de energías renovables no avanza al ritmo deseado, en especial por el rechazo que produce su impacto negativo sobre el paisaje si no se las acota debidamente. A favor juega que las islas de Lanzarote y Fuerteventura están interconectadas por un cable submarino.
Mientras se aguarda al desarrollo de las renovables, la isla tiene que convivir con la central térmica de Punta Grande alimentada con combustibles fósiles. Uno de los grandes problemas que ocasiona es su elevada contaminación por la emisión de gases contaminantes a la atmosfera. Otro problema ha sido tradicionalmente el ruido excesivo producido por los motores, por lo que los vecinos de localidad de Las Caletas llegaron a demandar a la compañía y solicitar su cierre inmediato. La central cuenta con el certificado de gestión medioambiental ISO 14001, que acredita que sus actividades se realizan de una forma respetuosa con el medio ambiente.
El traslado de la central térmica a un nuevo emplazamiento está en agenda desde hace más de 30 años. El aumento de la población y la creciente urbanización en sus alrededores venía aconsejando el traslado de la central a una nueva ubicación en un lugar aislado y donde no genere molestias ni a la población residente ni a la turística. Hace unos diez años, el Avance del Plan Territorial de Infraestructuras Energéticas recogía varias alternativas de futuro, y ya el propio Plan Insular de Ordenación de Lanzarote de 1991, que está en vigor, se planteaba la necesidad de una nueva central a medio plazo en otro emplazamiento.