AGUAS
Atrapanieblas, ausentes en Lanzarote mientras en Gran Canaria se innova
08 de julio de 2020 (09:11 h.)
La isla de Lanzarote padece un gran estrés hídrico por las escasas precipitaciones y se encuentra en riesgo alto de desertificación.
El Cabildo lidera un proyecto pionero en Europa para recuperar bosques y acuíferos con atrapanieblas y exportarlo a la cuenca mediterránea. Para ello, desarrollará prototipos captadores de nieblas que atraparán 215.000 litros de agua al año. El Cabildo es el de Gran Canaria, que de nuevo se convierte en un espejo en el que mirarse. Uno de los objetivos es implantar la experiencia en la Cuenca del Mediterráneo para combatir los efectos del cambio climático, pero no hace falta irse tan lejos: Lanzarote o Fuerteventura son islas que padecen un gran estrés hídrico por las escasas precipitaciones y se encuentran en riesgo alto de desertificación.
Las nieblas se pueden captar mediante la colocación de mallas sobre una estructura de sustento
El uso de los atrapanieblas no se ha generalizado en las cumbres de Lanzarote, a pesar de su evidente potencial para la obtención de agua procedente de la niebla. Su escaso uso en la isla quizá obedezca a que no merece la pena el esfuerzo para obtener poca agua, o quizá a su impacto visual. Las nieblas, producidas normalmente por nubes bajas que impactan contra una orografía escarpada, se pueden captar mediante la colocación de mallas especiales sobre una estructura de sustento. Estas mallas retienen las minúsculas gotitas de agua que flotan en el aire imitando al proceso que realizan las copas de los árboles y que da lugar al fenómeno conocido como lluvia horizontal.
Es la lógica de los bosques canarios o del famoso Garoé, el árbol santo del que mana agua en la isla de El Hierro, ya que los árboles son los principales obstáculos que causan la precipitación de niebla. Esto es así porque son los suficientemente altos para destacar por encima de la capa de aire cercana al suelo. En Lanzarote, el aire húmedo de origen marino es transportado por los vientos y ascienden por las laderas escarpadas del macizo de Famara. Por esa razón, las superficies próximas a la cumbre se cubren de nieblas o neblinas, frecuente todos los meses del año, que ocasionan precipitación de niebla en los obstáculos que atraviesa.
Hay captadores con una obtención de 1.074 litros/día y una vida útil superior a diez años
Luis Manuel Santana Pérez ha sido uno de los estudiosos que se han detenido a evaluar este recurso. Lo hizo a través de Humedad del aire en la cumbre lanzaroteña. Oportunidad de obtención de agua de niebla, realizado en 2015. En dicho informe hace referencia a una batería de atrapanieblas alineados en la época del ensayo de irrigación acometida en junio 2005 con agua de neblina/niebla en una repoblación arbustiva en la meseta de Famara. La precipitación captada en cada malla de los bastidores era canalizada y posteriormente distribuida a la plantación por medio de tuberías de riego por goteo. La cantidad de agua captada anual fue 469 litros por metro cuadrado (l/m2).
La experimentación y los avances tecnológicos han dado lugar a captadores cuya relación coste-producción permite considerar a las nieblas, definitivamente, como un recurso hídrico más. Son un complemento al agua de lluvia o al agua desalada de forma práctica, rentable, sostenible e innovadora. En la actualidad hay captadores con una obtención máxima de 1.074 litros/día y una vida útil superior a diez años, una gran superficie captadora de 56 metros cuadrados ocupando el mínimo espacio, sólo 1,6 metros cuadrados, reduciendo así la superficie ocupada y minimizando el impacto visual. La ausencia en la isla de capturadores de alisios, incluso de huertos hídricos captadores de nieblas, no tiene explicación aparente.