Top Secret, 1 de febrero de 2019

Y mientras tanto...

Mientras en Podemos se tiran de los pelos por tanta torpeza acumulada en tan poco tiempo (el candidato al Senado, la estampida de Meca y compañía, la pérdida de las confluencias...) y en Somos intentan recoger todos los cachitos de la rotura en pedazos, en la isla pasan otras cosas. Siga leyendo...

 

Y mientras tanto...

Mientras en Podemos se tiran de los pelos por tanta torpeza acumulada en tan poco tiempo (el candidato al Senado, la estampida de Meca y compañía, la pérdida de las confluencias...) y en Somos intentan recoger todos los cachitos de la rotura en pedazos, en la isla pasan otras cosas. Y en alguna de ellas es obligado que nos detengamos. No vaya a ser que, si nadie lo advierte, salgamos a la calle a celebrar con cava las chapuzas, las malas políticas y quién sabe si algo más que no sabemos y quizá nunca sepamos. O sí. Tomen nota en alguna parte: si dentro de unos meses les invitan a la inauguración del paseo de Las Cucharas, no vayan. No hay ninguna razón por la que ir. El Gobierno canario lleva años intentando hacer un paseo. ¡Un paseo! Y son absolutamente incapaces. Ahora han vuelto a sacarlo a licitación nada menos que por un millón ochocientos mil euros. Dicen desde el departamento de Isaac Castellano, el enésimo consejero de Turismo que Lanzarote aporta al Gobierno de Canarias -y que, o mucho cambian las cosas, o no pasará a la historia precisamente por su aportación a la isla- que este proyecto no sólo mejorará el pavimento, sino que además incluirá miradores, áreas de picnic urbano, zonas infantiles y circuitos deportivos, entre otros equipamientos. No parece complicado de ejecutar, ciertamente.

No se fien

Pero no se fien. Paseo de Las Cucharas ya hay uno, y ya ven en qué estado se encuentra. Lo hizo una empresa y, al poco, estaba ya destrozado. En estos casos a la población nos gustaría saber qué responsabilidad se le ha exigido a quien lo hizo, cómo ha resarcido a lo público el malgasto de dinero y si, además, ha recibido una sanción. O, por el contrario, se ha ido de rositas. Estaría bien que alguien del Gobierno nos lo explicara para ver si tenemos ahí a quien vela por lo de todos o, por el contrario, puede venir cualquiera, hacer una monumental chapuza y largarse con la pasta sin que nada ocurra. No perdemos la esperanza de que algún día, alguien, cuente aunque sea una media verdad sobre el tema. Bien, el caso es que tras experimentar varios retrasos “por cuestiones relacionadas con las empresas adjudicatarias”, matiza el departamento de Castellano (“no me vayan a echar la culpa a mí”, quiere decir en realidad), se abre ahora el nuevo procedimiento para llevar a cabo la obra. El consejero dice que “el Gobierno de Canarias ha cumplido con su compromiso al financiar este proyecto con el doble del presupuesto previsto inicialmente, con el objetivo de mejorar así esta zona tan transitada no sólo por turistas, sino también por los ciudadanos de Lanzarote". O sea, una obviedad.

Bailar sardanas

A ver si al final no queríamos caldo y tendremos dos tazas. Entre Turismo y el Ayuntamiento de Teguise acumulan mucha mala suerte con las empresas que quieren hacer cosas allí. Dice Castellano que "desde un primer momento se atendieron las demandas del Ayuntamiento de Teguise y se ha vuelto a ampliar la inversión para añadir más metros de pavimento, lo que permitirá que el paseo llegue más lejos y ofrezca así la posibilidad de realizar numerosas y variadas actividades". O sea, otra obviedad. El proyecto tiene como objetivo reforzar y coordinar los usos estanciales, comerciales, deportivos y de tránsito para que el Paseo de las Cucharas no se conciba sólo como un espacio por el que caminar, sino también del que disfrutar. Se acondicionarán espacios para disfrutar de la visión del mar, tanto al sol como bajo la sombra. Lo cual no deja de ser un buen detalle porque si se hace un paseo marítimo en el que no se vea el mar, mal asunto. Además, se establecerán espacios públicos para celebrar eventos culturales al aire libre, como por ejemplo sardanas, como muestra la infografía aportada por el propio Gobierno de Canarias. Un gesto de nacionalista canario a nacionalista catalán, imaginamos. En definitiva harán lo que viene siendo un paseo marítimo. Simple y llanamente. Sólo que no ha salido ni a la primera, ni a la segunda, ni a la de tres. Por eso, si les invitan a una pomposa inauguración, digan que no. Tocaría decirles: “Hagan el favor de retirar los trastos del paseo, váyanse ustedes también y déjennos pasear”.

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