Top Secret, 3 de marzo de 2020

Unidad de Métrica Política

Unidad de Métrica Política

Unidad de Métrica Política

Si hablamos de peso, la unidad básica sería el gramo; metro para longitud y litro para volumen. En la política conejera, esa unidad básica sería el presupuesto de los Servicios Sociales. Todo aquello que se quiere denunciar, por supuesto despilfarro, supuesta mala gestión o supuestos varios, acaba comparándose con el presupuesto de los Servicios Sociales. Lo vimos en la rueda de prensa que ayer ofreció el grupo municipal de Coalición Canaria en Arrecife:  el presupuesto gastado en Festejos supera en un 94% al de Servicios Sociales. Es decir, casi lo duplica. ¿Eso quiere decir que Arrecife tiene desatendidas las necesidades en ese pilar básico del llamado Estado del Bienestar? No. Quiere decir lo que quiere decir: que se han gastado más en una cosa que lo que piensan invertir en la otra. Que estén o no desatendidas esas necesidades ya sería otro debate. Y conste que lo que ha denunciado Coalición es aplicable a lo que ponen de manifiesto todas las oposiciones de todas las corporaciones. En cuanto ven unos euros de más en alguna partida, vistazo que te pego al presupuesto de Servicios Sociales a ver cómo anda la cosa.

Carnavales

La cuestión es si en carnavales se ha gastado mucho, poco o muchísimo. Y a ver si algún año de estos nos centramos en saber si queremos gastar mucho, poco o muchísimo. La que probablemente sea la fiesta mas popular del calendario, entiéndase la que provoca mayor participación popular, bien merece una cierta, y fiable, planificación. Que no es lo mismo que tener programa de actos.  Hasta el momento los carnavales -y todo lo demás- han estado al servicio del concejal de turno. Lo suyo sería que, en tanto son fiestas de enorme participación popular, algo tuvieran que decir quienes las hacen. Y que se arbitrara un cierto consenso en torno a ellas. Una especie de Patronado del Carnaval -o llámenle como quieran- en el que estuvieran representados los colectivos (murgas, comparsas, batucadas…), la administración, gobierno y oposición, naturalmente, e incluso representantes de empresas que estén dispuestas a apostar por el Carnaval. Y a partir de ahí a diseñarlo entre todos y a disfrutarlo todos.

Diferencia

El Carnaval de Arrecife tiene que decidir, por tanto, si dar un salto de calidad o quedarse en esta especie de tierra de nadie donde un año salen diez murgas y otro siete, donde el concurso de Reina murió y el de Drag está herido de muerte - ¡Y fuimos la segunda isla en celebrarlo!-  hay que contratar a humoristas de aliexpress porque no nos da para más y lo único que parece mostrar algo de músculo son las comparsas y, sobre todo, las batucadas. Y quizá por ahí podamos hallar el hecho diferenciador. Que Arrecife acoja como gran acto de cada carnaval un encuentro nacional, incluso internacional, de batucadas nos regresaría al mapa carnavalero y suscitaría algo de novedoso interés entre la opinión pública de fuera de la isla que, en la actualidad, al carnaval de Arrecife no viene nadie ni arrestado. Es cuestión da darle vueltas. Pero entre varios. Si todo lo seguimos fiando a las manos, exclusivas, de los políticos, seguiremos teniendo lo mismo de siempre y peleando por las mismas miserias.

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