ENTREVISTA-LA PALMA

Una familia palmera en Lanzarote: 'Será difícil recuperar la vida. Ojalá pase ya todo este infierno'

Braulio, Melania y Eumelia son familia y se han venido a Lanzarote al no poder acceder a sus hogares. Su forma de vida ya no existe, pero mantienen la esperanza y esperan volver "cuando todo este infierno pase".

Una familia palmera en Lanzarote: 'Será difícil recuperar la vida. Ojalá pase ya todo este infierno'

La tragedia que ha ocasionado el volcán de La Palma ha enterrado la vida de cientos de familias, sepultando sus hogares, sus fincas y hasta su trabajo en muchas de las ocasiones.

Hoy, más de dos meses después de que sus vidas cambiasen por completo, la pareja de Braulio Perez y Cruz Melania Rocha Rodriguez, mantiene la esperanza de que su casa permanezca intacta a pesar de la continuidad del volcán. Y es que el hogar de esta pareja se encuentra a escasos kilómetros de la zona donde erupcionó el volcán de Cumbre Vieja. Braulio y Melania corrieron con la suerte de que su vivienda no fuese arrastrado por la lava. Sin embargo, no pueden acceder a él, tampoco a un pequeño apartamento que tienen en Puerto Naos.

"Llegó un momento en que no reconocía el lugar en el que estaba viviendo"

Otro caso es el de Maria Eumelia Rocha Rodriguez, hermana de Melania, quien tiene su casa en La Laguna, a escasos metros de donde se frenó una de las coladas del volcán. "Vivo en una situación de incertidumbre contínua. No dejo de mirar todos los días las noticias, para saber si mi casa sigue en pie. Me crea mucha ansiedad".

Todos ellos reconocen que todavía les cuesta dormir, y que todo esto ha supuesto un shock en la vida de la familia. Están destrozados, no sólo por las pérdidas económicas. Es su forma de vida la que ya no existe. Y precisamente por eso tuvieron que trasladarse a Lanzarote, aunque aseguran, a pesar de lo sucedido, que no querían abandonar su isla por nada del mundo. "Estuvimos cerca de 50 días en casa de unos amigos, pero era imposible convivir con tanta gente". Al respecto, reconocen que son unos "afortunados", por contar con familia en Lanzarote y un hogar donde quedarse "mientras pasa todo este infierno".

La familia recuerda con tristeza a muchos amigos y vecinos que sí lo han perdido todo mientras confiesan lo que más les asusta: "¿Y cuando todo esto pase qué?", comenta Melania emocionada. "Yo recuerdo mi Isla con su paisaje, sus arbolitos, su color verde... Llegó un momento en que no reconocía el lugar en el que estaba viviendo. Es muy fuerte".

A pesar de todo lo sucedido, Braulio, Melania y Eumelia mantienen la esperanza y esperan volver y recuperar sus hogares, aunque no de la misma manera, en su Isla bonita, donde tenían toda su vida. "Suelo ser muy optimista, y en mi interior pensé que esto terminaría pronto, pero el tiempo me está quitando la razón", confiesa Braulio, quien expresa, para finalizar, el deseo de que esto acabe y pide que se agilicen las ayudas para que todos tengan, al menos, un hogar donde vivir".

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