Top Secret, 8 de abril de 2019

Una duda razonable

La que les entró a unos cuantos al leer la noticia en la que el Tribunal Supremo mandaba desalojar a González Arroyo del Cabildo de Fuerteventura pese a ser inhabilitado sólo para el cargo de alcalde o concejal. Siga leyendo,,,

 

Una duda razonable

La que les entró a unos cuantos al leer la noticia en la que el Tribunal Supremo mandaba desalojar a González Arroyo del Cabildo de Fuerteventura, pese a ser inhabilitado sólo para el cargo de alcalde o concejal. Y les entró esa duda porque la sentencia incluye un párrafo que podría afectar a una de las más sonadas operaciones pre electorales de esta convocatoria: el fichaje de Gladys Acuña como número dos en la lista al Parlamento de Canarias y candidata a la Presidencia del Cabildo por Lanzarote Avanza. Pese a que todavía no se ha presentado como tal. De hecho, en los planes iniciales de la coalición estaba apuntada como fecha el 4 de abril, pero se conoce que lo dejarían para más adelante. El párrafo de la discordia, dictado por el Tribunal Supremo, dice lo siguiente: “la causa de inelegibilidad e incompatibilidad establecida” (se refiere a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General) debe ser entendida “en el sentido de que afecta a los condenados por los delitos de rebelión, terrorismo, contra la Administración pública o contra las instituciones del Estado, cuando la sentencia, aunque no sea firme, haya impuesto la pena de inhabilitación especial o de suspensión para empleo o cargo público”. Y aclara que esa inhabilitación o suspensión se produce “cualesquiera que sean los empleos o cargos públicos a los que se refiera dicha pena”.

Consulta

Es el párrafo que ha causado cierta zozobra. La inhabilitación de Gladys, como la de González Arroyo, es selectiva. Sólo afecta al ámbito local. Es decir, al ayuntamiento. Lanzarote tuvo ya un precedente (¡cómo no!) cuando un condenado por la Justicia en el ámbito municipal pudo seguir siendo parlamentario regional. Fue el caso de Juan Pedro Hernández, que fue primero del PIL y después de Coalición Canaria. Las listas todavía no las ha ratificado la Junta Electoral, con lo que no sabemos cuál será su opinión. Es cierto que la Junta Electoral ya se pronunció en Fuerteventura en contra de González Arroyo, aunque ningún caso se parece a otro. Pero, ojo, porque si, por un casual, a la Junta Electoral se le pasara ese “detalle” de que Coalición Canaria en Lanzarote propone como número dos al Parlamento a Acuña, el partido político Unidos por Lanzarote, que bien de ruido está haciendo en esta pre campaña, ya ha anunciado que se va a chivar. Y la Junta tendrá que decir si sí o si no. También el Partido Popular (al menos algunos miembros en el sur) estaban sopesando la posibilidad de elevar una consulta a la Junta.

Vaya estropicio

Este episodio ha sido el penúltimo, por el momento, que ha dejado la inclusión de Gladys Acuña en la lista de Coalición Canaria. Su presencia obedece a una sugerencia de Oswaldo Betancort al que CC recurrió sabedora de su fortaleza en votos. Y este aconsejó a Gladys, con la que mantiene una amistad desde épocas de juventud, y quizá confiando en que aportaría un mayor caudal de votos a la causa nacionalista que cualquier otro compañero o compañera suya en Coalición. Esta operación, sin embargo, no ha salido gratis. En las propias filas del partido que preside Migdalia Machín, por ejemplo, ha habido mosqueo en el sur, donde CC lucha por arañar algún votillo (y si es la Alcaldía mejor) a la UPY de Gladys. Ese fuego parece que se medio sofocó con la inclusión de Tania Ramón, de CC Yaiza, en el número cuatro al Cabildo. Pero es que tampoco en Lanzarote Avanza, coalición en la que está incluido UPY y en la que Gladys iba a encabezar la lista al Cabildo, ha acabado de encajar demasiado bien todo esto. De hecho nadie de ASL acudió a la presentación pública del pacto entre Lanzarote Avanza y CC en el que, por cierto, apareció un nuevo logo de la alianza: Lava, y una flecha que señala hacia el optimismo. ¿O señala la puerta de salida?

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