Tremenda huella ecológica

Los canarios somos unos pesados, según el planeta Tierra, ya que la huella ecológica del archipiélago multiplica por diez su superficie. Presumimos de cuatro parques nacionales, paisajes estupendos, espacios naturales por un tubo, flora y fauna de primera… pero también recibimos unos 15 millones de turistas anuales que, junto a los residentes, ocasionan una enorme presión sobre el territorio. La resultante es una economía que gira en torno al turismo y claramente insostenible, ya que avanza en el sentido contrario que debiera, al punto que las playas retrocederán hasta 15 metros a la vuelta de la esquina. 

 

Renovables procedentes de la energía solar, el viento y el mar; desempolvar el concepto tabú de capacidad de carga y airearlo a ver si senos pega algo; más autosuficiencia alimentaria; menos coches privados y más movilidad sostenible; menos residuos y más reciclaje… Casi todo está por hacer en Lanzarote y en Canarias, por lo que tremendo revolcón nos va a dar el cambio climático si en las Islas no nos ponemos en la tarea a toda mecha. Llevamos demasiados años hablando y hablando de lo que hay que hacer y parece que llegó la hora de arremangarse y bajar a la sentina.