Top Secret, 4 de enero de 2017

Basta un solo clic para presentar la solicitud del carnet que te acredita como 'Familia numerosa'. Y luego, largos meses de espera para que te lo entreguen. Canarias tampoco responde en este ámbito. La culpa será de Madrid, como siempre, pero lo cierto es que el Gobierno de Clavijo ahora, como el de Rivero antes y el de tantos otros antes de Paulino, está a la cola de no pocas cosas. Algunas ya las sabíamos, caso de Educación o de Sanidad (le acaba de dimitir la cúpula entera del Hospital Universitario de Canarias descontentos con los presupuestos de este año). Y ahora, tras una denuncia ciudadana, conocemos que también en los trámites de concesión del 'título' de Familia Numerosa, Canarias responde en plazos absolutamente inadecuados para el siglo en el que estamos. Y hasta para el que dejamos atrás hace casi dos décadas. Para que se hagan una idea, en julio de este año la lista de espera de familias aguardando renovar el carnet superaba las dos mil personas. La mala gestión de la Consejería de Servicios Sociales del Gobierno de Canarias, que es la competente, provoca el atasco de solicitudes de carné.  

 

El carnet de Familia numerosa posibilita a las familias acreedoras el acceso a las ayudas previstas en la Ley estatal (entre ellas, rebajas de hasta el 50% en las matriculas escolares o universitarias o importantes bonificaciones en el transporte en todo el ámbito nacional). Un alivio para las unidades familiares con más gastos. Pero desde que lo solicitan hasta que lo tienen en sus manos y, por tanto, pueden hacer uso de él, puede pasar hasta medio año. Y durante este tiempo no pueden acceder a esas ayudas. Ni luego recuperar el dinero pagado de más, una vez tengan el documento. Además de lo de Madrid, que suele tener la culpa de todo lo malo que pasa en Canarias, en Servicios Sociales ponen otras excusas: el escaso personal con el que cuenta la oficina de la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia (que es quien tramita), los requisitos que exige una nueva aplicación  informática (que siempre será nueva para estos casos) y la ampliación desde 2015 de los supuestos en los que se reconoce la condición de familia numerosa (y que al parecer nos cuesta interpretar). Nos consta que hay más de una familia que está dispuesta a armar la bronca una vez que los políticos digieran los turrones. Vaya a ser que tengamos un disgusto.

 

No se habla de otra cosa en Canarias y fuera de Canarias: la raja del traje que llevaba Eloísa González en la retransmisión de las campanadas de Fin de Año desde La Gomera. Una raja que, en puridad, corresponde al diseñador conejero Oswaldo Machín quien, tras duro trabajo, está triunfando en no pocos lugares. Esa raja, que ha dado la vuelta a España en redes sociales, digitales y prensa 'seria', deja ver algo y oculta mucho más. Lo que deja ver es lo que cada cual ha querido ver. Y lo que oculta es que, más allá de los datos de audiencia, en Canarias tenemos una televisión autonómica cara y patética, lo cual la convierte en doblemente cara. Y no será por falta de presupuesto (en no pocos años ha tenido más presupuesto 'esa cosa' que la isla de Lanzarote). La 'Autonómica' sigue dando tumbos entre lo chabacano y lo simplón, con parada en lo sensacionalista. Sangre y pepebenaventadas a todas horas. Una inmensa falta de respeto al telespectador presuponiendo que todos somos o ignorantes o morbosos. O las dos cosas. Un desprecio a los productos de calidad que no pocas productoras o televisiones locales de Canarias podrían perfectamente suministrar y más de un problema en los tribunales de Justicia porque, para variar, en algún momento también la tele ha servido para echar una mano a los amigos, por lo visto. Una joyita, un tanto inútil, que nos suele costar no menos de treinta millones de euros al año. Pero la culpa es de Madrid.