Top Secret, 16 de noviembre 2016

¿Qué ex concejal de Arrecife tendrá que derribar una habitación que 'le salió' en la azotea? La pregunta de hoy es muy fácil. Quizá no tanto porque no haya muchos concejales con habitaciones de más, sino porque a esta la pillaron. Se trata, en efecto, de Nayra Callero, ex concejal del Partido Popular en Arrecife. En realidad doble ex, porque primero dejó el PP quedándose con el acta y luego dejó el ayuntamiento quedándose, esta vez, con una sanción de más de quinientos euros y la obligación de derribar lo que ella llamó 'cerramiento desmontable'. Pues a desmontarlo toca. Porque frente a la pena impuesta por el consistorio, Callero recurrió a los Tribunales que, hace unos días, fallaron que se libra de pagar la pasta, pero que tiene que derribar el chiringuito de la terraza, o de la azotea. Nayra podrá recurrir ante el TSJC, si le apetece, que no sabemos si le apetecerá, o quitar esa obra ilegal de donde está, si es que sigue estando, que igual la quitó ya y no nos hemos enterado. Es lo que tiene no estar mirando para el balcón de la vecina.

 

La situación sobre el forúnculo de bloques, o de pladur, que le salió a la casa de Nayra Callero fue descubierta por Alternativa Ciudadana 25 de mayo, que se pegó una época buscando áticos y bicicletas. Y la respuesta de Nayra, en un primer momento, fue la del y tú más. Acusó a Blanca Blancas de no sé qué en su casa de Tahíche. Todo humo, en realidad. Pero ahí estuvieron un buen rato arrojándose las casas a la cabeza. Mucho ruido, hubo. En realidad el breve paso por la política activa de Callero fue todo un estruendo en sí mismo. Ahora que está de plena actualidad la política de Recursos Humanos en el ayuntamiento de Arrecife, con acusaciones muy feas de los sindicatos al grupo de gobierno por incumplir estatutos, trasladar a trabajadores, etc... recordamos aquí que la concejal Nayra Callero, entonces del PP, se hacía acompañar por policías locales para ir entrando en los despachos de técnicos y funcionarios a ver si estaban en su puesto de trabajo o en Ginory zampándose un bocadillo de pescado. ¡Ah, qué tiempos aquellos! pensarán los sindicatos ahora.

 

Porque algo muy gordo tiene que estar pasando en Arrecife para que tres centrales sindicales salgan del letargo y del sopor que produce largas negociaciones aceptando reformas laborales lesivas para los trabajadores, abaratamiento de despidos, eliminación de convenios colectivos y, en definitiva, empobrecimiento del empleo para ahora sacar fuerzas de flaqueza y montarle nada menos que tres protestas en otras tantas semanas al gobierno municipal. Tremendo. Recursos Humanos afirma no haberse salido de la Ley que, dicen los sindicatos, sí se ha pisoteado. Por aquí sabemos de un caso: una trabajadora adscrita a los servicios jurídicos del ayuntamiento fue trasladada a Actividades Clasificadas, que estaba sin nadie que cerrara expedientes ahí. Y parece que por el camino cruzó por un pasillo con corriente de aire o estuvo en sitios fríos como Guatiza,  pero lo cierto es que al día siguiente se pilló una baja de larga duración. Justificada, claro. Que ya sabemos que ningún médico firma bajas sin que estén motivadas.