ELECCIONES MUNICIPALES 2019

Teoría y práctica del desplome de Arrecife

Tras la teoría del caos en la ciudad se ocultan intereses urbanísticos y electorales, pero también se alimenta de la bisoñez del grupo de gobierno y las luchas internas en el PSOE.

Teoría y práctica del desplome de Arrecife

¿Alguien me puede aclarar qué está pasando en Arrecife? Esta pregunta se la hacen cada vez más personas porque no encuentran una explicación razonable a lo que está sucediendo en la ciudad, pues parece que avanza con rumbo fijo proa al marisco sin que nadie dé un golpe de timón. La respuesta no es sencilla, mas, a grandes rasgos, parece que tras la teoría del caos en el municipio se parapetan intereses urbanísticos y electorales, aunque también está alimentada por la bisoñez del grupo de gobierno y las luchas internas en el PSOE capitalino.
 
En la búsqueda de respuestas hay que tener muy presente el hecho de que, como sucede en el resto del país, la actividad política en Arrecife se ha ido polarizando en dos grandes bloques: derecha e izquierda. Todos saben que los gobiernos en el Cabildo y los ayuntamientos que salgan de las urnas en mayo de 2019 van a ser de un signo u otro, bajo el estigma de la fragmentación del voto y la capacidad para dialogar y llegar a acuerdos con los adversarios. Flexibilidad, diplomacia y cintura son los valores en alza en la política insular a corto y medio plazo.
 
La situación del Departamento de Intervención raya lo parapsicológico
 
Los bloques en Arrecife comenzaron a conformarse hace algún tiempo. El PSOE se fue del grupo de gobierno del Cabildo y Coalición hizo lo propio en el Ayuntamiento de Arrecife. En el primer caso, entró el PP, mientras que en el segundo los socialistas gobiernan en minoría. Pero, en ambas instituciones se aprecia con claridad que cada oveja comienza a ir de la mano de su pareja natural. A la derecha, PP, CC y el PIL de Ramón Bermúdez; a la izquierda, PSOE, Nueva Canarias, Somos Lanzarote y Podemos. En el centro, deseosos de convertirse en imprescindibles para inclinar la balanza a un lado o a otro, Ciudadanos y el los críticos del PIL. Más o menos lo mismo se aprecia en el Cabildo y en el conjunto del Archipiélago.
 
La conformación de los bloques y su creciente confrontación ayudan a entender muchas cosas que están pasando en la ciudad, pero no todas. A la ecuación le faltan algunas variables más, como los vicios y/o los viejos problemas no resueltos entre el personal del Ayuntamiento y la situación, rayana en lo parapsicológico, del Departamento de Intervención. Y no parece casual.
 
Todas ellas juntas, y aderezadas por la bisoñez del grupo de gobierno y por las luchas internas en el PSOE capitalino, nutren la teoría del caos absoluto en la ciudad. La ciudad precisa que el Ayuntamiento funcione, y esto pasa por liderazgo, organización, reparar injusticias, poner en valor la meritocracia, paz laboral y que los trabajadores públicos se centren en su trabajo. El PSOE capitalino, por su parte, necesita mucha inteligencia, mirada larga y apelar menos a las vísceras.
 
La Presidencia del Cabildo en mayo de 2019 se decide en Arrecife
 
Así las cosas, la labor de la oposición en Arrecife se limita a explotar aquellas debilidades, en buena medida estructurales, para desgastar al gobierno municipal. Por la derecha, a muerte; por la izquierda lo justo para no aniquilar a un futuro aliado en el gobierno municipal. Pero, por la derecha se recurre tanto y con tanta crueldad a los calificativos superlativos que podría llegar a írseles la mano y producir el efecto contrario al deseado. Por la izquierda proponen y aprietan, pero no ahogan.
 
La [legítima] aspiración de la derecha económica y política persigue fines urbanísticos y electorales. La revisión del Plan General de Ordenación se quedó donde estaba, en un limbo de penumbras, consumiendo no pocas expectativas de negocio. Eso fue lo que acabó por animar a algunas organizaciones empresariales a bajar a la arena electoral, atraídas por el renovado toque de cornetín del popular Pablo Casado y al que Coalición Canaria se sumó con indisimulado entusiasmo. Sin embargo, unos meses después, parece que el tararí desafina y los primeros han recogido velas y los otros se muestran más cautos.
 
Y, por último, sobre la capital sobrevuela la Presidencia del Cabildo de Lanzarote a partir de mayo 2019 y que, una vez más, se decide en Arrecife. Esta es la piedra angular sobre la que gira, para algunos, la conveniencia del desplome de Arrecife: para ellos, cuanto peor, mejor.

Comentarios