Sanidad y educación

Como todo el mundo sabe hay dos cosas en Lanzarote que funcionan mucho mejor que el resto de asuntos cotidianos: la sanidad y la educación. Como debe ser. Estamos en una isla top (como se dice ahora) en ambas áreas. ¿Que quién dice eso? Naturalmente los responsables políticos de las dos áreas. Y sus compañeros de partido. El resto de la ciudadanía sostiene que no, que ni la sanidad ni la educación en Lanzarote están como debieran. Ni de lejos. Estas últimas horas dos colectivos, uno de familias y el otro sindical, han sacado a pasear algunas de las vergüenzas que suelen poner de los nervios a Mario Pérez, fiel guardián de la gestión que dicen hacer sus jefes de Tenerife. En lo que a educación se refiere, representantes de las madres y los padres del Colegio de La Destila, que también como todo el mundo sabe llevan años llevando a sus hijos e hijas a unos barracones ubicados en un solar de San Francisco Javier, han mostrado sus dudas de que el centro que se construye sobre las ruinas del Generalísimo se inaugure en enero próximo, como han prometido reiteradamente los eficaces gestores de la educación en Canarias.

 

Estas familias, que han demostrado tener más paciencia que un barco de santos, recuerdan con resignación que su “colegio” está “en un descampado polvoriento delante de San Francisco Javier, al lado del Centro Cívico", y que "las aulas son barracones, son containers metálicos que, si bien disponen de aire acondicionado, estos no enfrían el aire, no funcionan". El patio "es pequeño, son dos pequeñas explanadas de cemento donde se mezclan todos los alumnos de diferentes edades. Y no hay nada más. No hay donde cobijarse si llueve o hace demasiado calor, no hay lugar para meter a los niños a resguardo. El colegio no es propio de un país europeo". Mucho esfuerzo hacen llamándolo colegio. "Es una vergüenza que por la aparente desidia y mala voluntad de los responsables políticos, tengamos a los niños en condiciones pésimas, cuando deberíamos tener a nuestros hijos en un colegio nuevo desde hace años, y todo esto debido al desinterés de la administración e instituciones públicas responsables”. En este Top Secret nos acordamos, además, del cuerpo docente. Sufridos maestros y maestras que tienen que dar clases en un ambiente espacial deplorable y a los que se les exige motivación cien porque los destinatarios de sus esfuerzos son seres humanos con todo por aprender. Y esperemos que lo hagan de modo muy distinto a los rectores de la educación en Canarias y a sus fieles guardianes.

 

Y en sanidad, el sindicato CSIF ha denunciado a través de sus redes sociales que sigue sin abrirse la planta “fantasma” del Hospital Doctor José Molina Orosa. Llevas “casi diez años en obras” y, pese a ello, “continúa sin estar operativa al cien por cien”. Es más, subrayan que “desde hace meses no se observa ningún movimiento de obreros”. Desde CSIF "no hemos recibido ninguna notificación ni aviso por parte de la Gerencia de cuando se abrirá dicha planta, así como tenemos desconocimiento de cuáles son los motivos porque superada la fecha de entrega de obra continuamos sin tener en pleno rendimiento esas 40 camas”, han dicho en su perfil de Facebook en el que advierten de que estamos próximos a las habituales epidemias de gripe que ya el año pasado causaron estragos. Con una planta enterita muerta de la risa. El sindicato vuelve a advertir con medidas: “al igual que en el invierno pasado tras el colapso del servicio de Urgencias del Hospital, donde como sindicato apoyamos el preaviso de huelga suspendido, estaremos en alerta de lo que pueda suceder en este período duro que nos espera a todos, para si no vemos respuesta y voluntad por parte de la Gerencia, tomar medidas sindicales”.