Romina y Raúl, cuatro meses de matrimonio, una detención por supuestos malos tratos y una desaparición
Según el marido, discutieron en Nochevieja porque Romina le había pedido 5.000 euros para traer a su hijo desde Paraguay. Su vida en común duró apenas cuatro meses. Se casaron el pasado agosto, sólo tres días después de que él fuera detenido por un supuesto episodio de malos tratos del que fue absuelto.
Raúl Díaz Cachón, el marido de Romina, ahora detenido como principal sospechoso de la muerte de la joven, denunció su desaparición a media mañana del pasado 8 de enero. Cuando habían transcurrido ocho días sin noticias de su esposa, acudió a la Comandancia de la Guardia Civil en Costa Teguise. Entonces manifestó que echaba en falta diversos efectos de su joven esposa, entre ellos muchas prendas de ropa, productos de aseo y maquillaje, su pasaporte y dos teléfonos móviles.
Nacida en Paraguay hace 28 años, Romina Celeste Rodríguez Núñez se encontraba tramitando la nacionalidad española, según su marido. En la denuncia dijo que Romina nunca había trabajado en la isla y que no existían en la pareja problemas matrimoniales anteriores a la desaparición, aunque reconoció que en agosto de 2018, concretamente el día 7, fue detenido por un supuesto delito de malos tratos por la Policía Nacional, pero que había sido absuelto. Raúl y Romina contrajeron matrimonio el día 10 de agosto de 2018. Sólo tres días después de la denuncia interpuesta.
Raúl y Romina contrajeron matrimonio sólo tres días después de ser detenido por supuestos malos tratos.
Asimismo, señaló que Romina había intentado suicidarse en noviembre pasado mediante la ingesta de tranquilizantes, por lo que tuvo que ser asistida en el Hospital General de Arrecife. En su denuncia, Raúl declara que abandonó el domicilio común en torno a las 05.00 horas de la madrugada del día 1 de enero, tras una fuerte discusión por motivos económicos. Según el marido, Romina le había pedido 5.000 euros para traer a su hijo de corta edad desde Paraguay.
Horas más tarde, siempre según su relato, regresó al domicilio, percatándose de que Romina se había marchado. Pero él asegura que no se alarmó porque en octubre pasado Romina había desaparecido tras una discusión y vino a localizarla 20 días después.
Esta versión inicial, sin embargo, ha dado un giro de 180° tras haber trascendido que en su confesión ante la Guardia Civil, habría dicho que al regreso a casa Romina estaba muerta y que se deshizo del cuerpo por miedo.