Putas

Te leí, María. Leí a la diputada canaria por Podemos, María del Río, hablando de la prostitución de las mujeres de la calle Miraflores, en Santa Cruz, reducto histórico de la prostitución.
 
De la lectura del texto extraigo algunas sensaciones  que me producen algo de incomodidad. Una, es la referida al sometimiento de las personas que se ven forzadas a prostituirse, engañadas por las mafias, forzadas por sus parejas... Porque de quienes son dueños de sus cuerpos y deciden qué hacer, no creo tener derecho a opinar. En todo tu artículo, ni una palabra a otras formas de prostitución y puede que no lo hagas porque andes cabalgando sólo en la guerra de las mujeres, y algunas consideran que nada más existe para sus fines políticos.
 
Me causó rubor leer cómo has contrapuesto tu vida a la suya, a la de la mujer con la que hablaste, en lo que parece más un acto de superioridad que una forma de denunciar desigualdades. No me gustó leerte porque no me pareció un acto sincero de descenso a los infiernos, sino una suerte de pose condescendiente y de oportunismo de cara a tu galería. De lo contrario, no habría hecho falta poner en evidencia y de forma tan reiterada que la prostituta y tú pertenecéis a dos mundos antagónicos.
 
No creo que hayas mirado la prostitución ni de soslayo
Pregunto a la mujer, también a la diputada de Podemos, si sabe que la prostitución es un monstruo de varias cabezas y si conoce la prostitución de los transexuales, doblemente rechazados, porque su sexo y su alma no aparentan la armonía que la pacata sociedad exige en su código de normas. Transexuales enormemente demandados para sus camas por los mismos que los rechazan en público.
 
Pregunto a María si sabe de los pequeños forzados. No puede no conocerlos porque muchos prelados de la iglesia católica se han revelado como maestros de la corrupción y resulta demasiado descarnado, público, y tristemente poco evidente. Debe ser la más cruel forma de sometimiento, pues a la del cuerpo se suma la pérdida de la inocencia de una manera tan brutal y tan antinatural.
 
No creo que hayas mirado la prostitución ni de soslayo aunque afirmes haberla contemplado de frente, porque la hay marginal, casi toda pertenece a esta categoría, pero existen mundos vedados al común de los mortales que tienen como seña de identidad el lujo. Todo es prostitución, efectivamente, y todas más jodidas, incómodas y humillantes que la de las ideas, otra sutil forma de ejercer la prostitución. Tal y como hacen algunos referentes de tu partido con las suyas.

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