Podemos resistir

“Podemos resistir”, ha dicho el vicepresidente económico del Gobierno de Canarias, frente a una eventual emergencia de tipo social sin necesidad de subir los impuestos ni recortar el gasto público. Si Román lo dice, habrá que creerle, aunque no se cansa de repetir que las Islas no recuperarán su nivel de actividad económica previo a la pandemia hasta el año 2023. Ahora hay que volver a apretarse el cinturón, pero sin subidas de impuestos ni recortes brutales, como sucedió con la crisis de 2008. El Gobierno canario tendrá que hacer encajes de bolillos, porque se perderán ingresos debido a la caída de la recaudación y aumentará el gasto destinado a sufragar los servicios públicos esenciales y el apoyo a los colectivos vulnerables. 
 
Entonces, ¿de dónde? Uno, se recurrirá a los ahorros acumulados por las instituciones canarias en los últimos años, unos 4.000 millones de euros, para mitigar la pérdida de ingresos tributarios. Dos, si no fuera suficiente con esta cantidad, el Gobierno acudiría a la vía del endeudamiento moderado, pactado y temporalizado para obtener 500 millones anuales extra de financiación hasta el año 2023, el equivalente al 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del Archipiélago. Y tres, se cuenta con las transferencias del Gobierno de España y de la Unión Europea, a través de los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y del nuevo Marco Financiero Plurianual de la Unión 2021-2027. Por los pelos y con dolor, pero escapamos seguro.

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