ENTREVISTA

Paz en construcción. La esperanza está en las escuelas

El lanzaroteño Alberto Hugo Rojas recorre los centros educativos de Canarias impregnándolos de Derechos Humanos.

Paz en construcción. La esperanza está en las escuelas

En 2002 Alberto Hugo Rojas, hijo del fotógrafo ya retirado José Luis Rojas, una institución en el periodismo gráfico insular, agarra la cámara, cuatro cosas mal puestas en una mochila y tira para Palestina. No tardó ni una semana en soltar los bártulos y ponerse del lado del más débil. A ayudar en lo que fuera. Después de Palestina vendría Irak. Y luego las Favelas de Río, Gaza, Siria y, acaso lo más duro: la paradoja de Europa a través de los campos de refugiados de Francia, Bélgica, Serbia o Grecia.

Pregunta. ¿Qué es Paz en construcción?
Respuesta. Empezaron siendo charlas sobre mis experiencias en zonas de conflicto, pero luego se fue madurando la idea y ahora son reflexiones de niños y jóvenes a partir de fotografías mías que los profesores les entregan. Parten de tres realidades: "El grito en silencio de las mujeres en guerra", "La infancia a pie de guerra" y "Más allá de los muros del conflicto". Los estudiantes desarrollan, durante todo el curso escolar, investigaciones en torno a la temática escogida y en relación a las imágenes, un trabajo que se cierra con una charla-coloquio final, en la que como reportero contextualizo cada una de las fotografías. A veces nos pegamos hasta dos horas de charla.
 
P. ¿Qué tipo de fotos les entregas a los alumnos?
R. Nunca ni muertos ni heridos. Son fotos que reflejan situaciones. Gente que sonríe pese a lo mal que lo está pasando, o que se presta a ser voluntario...Trato de transmitir el valor de la solidaridad, la esperanza en que todo va a salir mejor. En las guerras hay vida, en el camino al colegio caen bombas, pero los niños no dejan de ir...
 
P. ¿Y qué reflexiones pretendes?
R. Que en las aulas se piense “qué puedo hacer yo, desde donde estoy, para cambiar las cosas”. Hablar de Derechos Humanos, de superación, acabar con prejuicios. Los niños son el futuro y tienen que crecer de la mano de los derechos humanos. Esos son los verdaderos valores
 
P. ¿Captan el mensaje?
R. He visto a niños llorar en clase, emocionarse...y yo no les cuento nada distinto de lo que puedan ver en los informativos de televisión. La diferencia está en que yo les hablo de las personas y de su situación, de las que ven en las fotos y de otras semejantes. No paso por encima de los temas hablando del suceso y dando estadísticas. 
 
P. ¿En qué momento sueltas la cámara de fotos y te pones a echar una mano?
R. En Gaza, a los dos o tres días de llegar. Estaba harto de ver entrar niños muy mal heridos, destrozados, para morir...En ese momento solté la cámara, el chaleco y el casco y me puse a ayudar en lo que podía. A partir de entonces, a donde vaya, divido los días entre el trabajo y la ayuda.
 
P. ¿Te ha cambiado el modo de ver la vida?
R. Yo estoy roto desde hace mucho tiempo. Y si este proyecto continúa es porque siento que puedo hacer algo por la gente que sufre. Es imposible asimilar lo que se ve en esos lugares y luego comprobar, como sucedió en la Conferencia de Bruselas, en la que intervine, cómo sólo se habla de política y estrategias. 
 
P. ¿Más miseria en despachos oficiales que en 'esos lugares'?
R. Mucha más. Y en la burocracia también
 
P. ¿Qué no hemos aprendido?
R. Que podemos hacer algo. A los niños les digo que en esa misma aula está el alcalde o la presidenta del Gobierno de dentro de muy poco. En nada podrán votar, y luego gobernar. Por eso la importancia de que se impregnen de derechos humanos. Esa es la esperanza. Por ahí se construye la paz.

Invertir en el futuro

En el curso escolar 2016/2017 más de 7.000 niños de colegios e institutos del Archipiélago reflexionaron sobre Derechos Humanos a través del proyecto Paz en construcción. En el presente curso más de cuarenta colegios e institutos de las islas desarrollarán estos trabajos. El aprendizaje de valores, el acercamiento del alumnado a la realidad a través de testimonios reales, el desarrollo del pensamiento reflexivo y crítico sobre el origen de los conflictos y el impulso de la capacidad comunicativa y de trabajo cooperativo son algunos de los objetivos del programa, que aprovecha el potencial de las diferentes redes educativas como estrategia para contribuir al logro de las competencias. No le fue fácil convencer a los dirigentes políticos, pero en 2014 la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias lo vio claro. Y hasta hoy. 

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