Pasear a los viejitos

Se acercan las elecciones y, por tanto, está próxima a inaugurarse la temporada de pasear viejitos. ¿Qué partido será el primero en “homenajear toda una vida de trabajo sufrimiento y bla, bla y más bla? La vieja política, no nos engañemos, sigue instalada en Lanzarote. De entre todos los populismos baratos que las formaciones políticas practican, pocos son más rechazables que el uso que se suele hacer de los viejitos. Hoy toca chocolatada, mañana merienda, pasado almuerzo, al otro Pepe Benavente y, mientras tanto, gorras, pines, abanicos y talegas con el logotipo del partido de turno. Con el sempiterno disfraz de homenaje a aquellos y aquellas que tanto han trabajado, que llevan una vida llena de sufrimientos, que ahora les toca descansar y ser reconocidos, etcétera, etcétera,  los viejitos se preparan ya para una temporada de ajetreo. Guaguas y barcos arriba y abajo y viandas y refrescos con cargo al pueblo, faltaría más. Que aquí homenajea el político pero el disparo en con pólvora ajena. Así hasta yo hago homenajes multitudinarios. El caso es que esta práctica no deja de tener su mirada perversa: la del político que sigue creyendo que a la llamada tercera edad se la engaña con un leche y leche y dos porras. 

 

Y no, cada vez van (vamos) quedando menos tontos. Considerar que el viejo no tiene más ideología que el careto de quien le invita a la chocolatada es, sencillamente, repugnante. Los que cruzan ya hacia el malpagado mundo de las pensiones es gente que ha ido creciendo en una sociedad mucho mejor informada que hace veinte años. Gente con criterio propio que suele contribuir a poner a cada uno en su sitio. Estos populismos de sociedades en vías de desarrollo no siempre obtienen de ellos lo que desean: sus votos. Lo demás se la suda. En tiempos hubo incluso algún candidato que les acompañaba en su coche a votar, DNI en mano (en la del candidato) y aún así llegó el día en que perdió las elecciones. Total, que se admiten apuestas a ver quién es el primero, o la primera, en sacar a los viejitos al sol y con qué nos sorprenden esta vez. 

 

El idilio entre Gladis Acuña y su Unidos por Yaiza y Nueva Canarias se mantiene. Este miércoles estuvo en la isla el Secretario de Organización de los nacionalistas de izquierdas, Carmelo Ramírez, quien se deshizo en elogios ante el trabajo desarrollado en el Parlamento por la ex alcaldesa de Yaiza. Esta, a su vez, no esconde su deseo de profundizar en la tarea parlamentaria tras presentar una notable hoja de servicios. Así que, como se suele decir, blanco y en botella... Gladis número uno al Parlamento por Nueva Canarias. Donde Ramírez lo tiene más complicado es en el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL). Los otrora socios de la formación de Román Rodríguez (Fabián Martín fue Parlamentario gracias a una alianza entre las dos formaciones) no tienen ahora quien se reúna con el Secretario de Organización. “No sabemos con quién tenemos que hablar”, dice Carmelo Ramírez. Y es que el máximo dirigente del PIL, Ramón Bermúdez sigue escondido pero con el carné de Presidente bien agarrado. Alguien que le conoce bien lamentaba ayer la tristeza que le produce ver a un hombre hecho y derecho tener que hacer determinadas cosas para seguir liberado y no ir a su trabajo. En fin... empatía, se llama a eso.