ARRECIFE

Parque Temático, el tema era la corrupción

El juicio de la pieza separada número 12 del Caso Unión acredita que en 2008 se fraccionó la facturación del rearbolado del parque, realizado diez años antes.

Parque Temático, el tema era la corrupción

¿Por qué el parque Temático se llama así, Temático? El término acuñado ha sido un enigma hasta que comenzó a celebrarse el juicio de la pieza separada número 12 del Caso Unión. En ella se juzga la existencia de una trama criminal que se montó en torno al cobro de comisiones ilegales a empresarios por parte de Dimas Martín y algunos concejales del PIL en el Ayuntamiento Arrecife, con la complicidad de algunos técnicos y los mismos empresarios. El tema de la plaza era la corrupción.
 
En 2008, una empresa fue la encargada de realizar el rearbolado del parque Temático, una obra valorada en 180.000 euros y que, por su cuantía, debió salir a concurso público. Pero, al igual que se hizo con otros proyectos, los encausados, los concejales del PIL, en connivencia con los empresarios, dividieron la obra por tramos y así las facturas no sobrepasaban el importe que obligaba a sacarla a concurso.
 
Un árbol de 60 euros debió cobrarse a 600 euros…
El empresario confesó que sabía que iba a ser el adjudicatario de la obra antes de que esta se otorgara por el Consistorio, y recordó cómo se facturaban los trabajos: “Las facturas las hacíamos por zonas, arbolado de la zona infantil, arbolado de la línea del mar o de zona vías. Es decir fraccionábamos la facturación hasta completar el importe total”.
 
Pero eso no es lo peor. El parque Temático se realizó en los años 1997-1998 y el arbolado antedicho se produjo en 2008, es decir, diez años después de la conclusión de la sobras, una plantación que formó parte de la remodelación a que fue sometido el espacio. Cuando se fraccionaron aquellos contratos, el parque estaba finalizado y arbolado. ¿Cuántos árboles nuevos de plantaron? Un árbol de 60 euros debió cobrarse a 600, por poner... Pues sí, el tema era la corrupción a calzón quitado.
 
Se diseñaron diversas plazas, cada una con su diseño y su actividad particular
Situado frente a la Casa Cabildo, el susodicho parque se construyó para darle cierto empaque a la sede del Gobierno insular cuando se decidió su construcción en los arrabales, fuera de la trama urbana de la ciudad. Se acordó “poner la zona verde junto al mar, para que todos los ciudadanos puedan disfrutar del mar”, y, además, estaba prevista la construcción de dos edificios más junto a la nueva Casa Cabildo, al otro lado de la rotonda: el Palacio de Justicia y la Sociedad Democracia, en lugar de situarla junto al mar, como estaba acordado. Al final, ni uno ni otra.
 
Con una superficie de 40.000 metros cuadrados se pretendió crear “un parque de ocio que la gente pueda usar fácilmente”. Financiado con fondos europeos, se diseñaron diversas plazas, distintas, cada una con su estilo y su actividad particular, tematizadas. En efecto, faltó la plaza de la corrupción. Un popurrí de especies arbóreas se abre paso en esta extensa zona verde, con amplios tapices de césped, ahora pelados por falta de mantenimiento, dando lugar a continuas quejas de los usuarios en los últimos años.

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