Top Secret, 5 de febrero de 2018

Oro y miserias

Oro y miserias
Este sábado hubo pleno en Haría. Una sesión que, entre otras cosas, sirvió para liberar a los que todavía no lo estaban en el Grupo de Gobierno. Ya son todos profesionales. Los que, en el Norte, esperan por soluciones, miran con desconfianza. El pacto de gobierno de Haría, formado por Coalición Canaria y Somos, a través de Aldem (aunque son mucho más Aldem que Somos, pese a las apariencias) acaba de completar la fiesta de las liberaciones. Ya no queda nadie sin cobrar a costa del pueblo en un ayuntamiento que administra un territorio donde apenas viven 5.000 personas. Con tanto profesional de la política y tanta pasta que corre hoy día por las instituciones (y eso que ahí siguen haciéndose el remolón con el tema de la sentencia de la Cueva de Los Verdes) en Haría es cuestión de horas para que se ponga el punto y final a todos los problemas que tiene el municipio. O no. Porque como muchas cosas en esta vida, a veces es más cuestión de voluntad que de dinero. Sobre todo en aquellas cosas que no cuestan demasiado dinero. Y como prueba, un botón: nos cuentan que pululan varias cartas que se habrían remitido desde un club deportivo hasta el despacho de Marci Acuña. Y que en breve podrían ver la luz pidiendo explicaciones al alcalde.
 
Tres cartas
Al alcalde de Haría, Marci Acuña, le gusta el baloncesto. O eso dice él.  De hecho nadie lo aseguraría viendo cómo pasa de las necesidades que le plantean desde el Club del municipio. Un club, dicho sea de paso, que hasta presidió en su día, según nos cuentan. El caso es que la institución deportiva tiene muchas carencias porque la institución política no responde a las peticiones que le llegan desde el CB Haría. Según parece en una de las cartas que han remitido al ayuntamiento le informan que la Federación de Baloncesto ha llegado a multarles porque el marcaje de la cancha no se ajusta al reglamento actual.  Ya ven que no piden un pabellón nuevo ni el fichaje de seis americanas: que hagan el favor de repintar la cancha. Es cierto que no es la única reivindicación. Pero tampoco el resto de lo que piden costaría una millonada. Puede que incluso menos de lo que constará ahora todo Dios (del gobierno) liberado en ese ayuntamiento.
 
Una vieja lista
Marci Acuña sabe, desde hace meses, conoce las necesidades del club. En septiembre pasado pusieron en su conocimiento  que el piso del pabellón necesita un retoque ya que como consecuencia de la humedad, hay un par de 'bolsas', le advirtieron de lo de las líneas mal marcadas; la instalación eléctrica es insuficiente, los aros necesitan revisión, limpieza y protección que prevenga golpes; hay numerosos asientos sueltos en las gradas y faltan asientos en los banquillos. Como ven no son cosas que precisen de grandes movimientos políticos, interminables reuniones y encargo de proyectos complejos. Ni tampoco son cosas que no se puedan resolver en seis meses, que son los que casi han transcurrido desde que las pidieron por primera vez hasta hoy. Así que podrán imaginarse cómo estarán de contentos al comprobar cómo ahora hay dos concejales liberados más. De repente son la respuesta del ayuntamiento para solucionar 'cosillas' como estas.

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