Top Secret, 24 de abril de 2018

Nuevo partido en Tías

Nuevo partido en Tías
La semana que hoy comienza nos dejará un nuevo partido político en Tías. ¿Puede ser que con la cantidad que hay todavía haya gente que no se sienta identificado con ninguno? Pues será... El municipio de Tías es singular por muchas cosas. Incluída la práctica política. Los comités locales de los partidos de implantación insular suelen ser un tanto respondones. Le ha pasado al PSOE, el PP tiense se rebeló repetidamente al imperio soriano (en su apoyo a Ástrid Pérez y en su no al petróleo), Coalición Canaria tuvo que montar una gestora y en ese municipio nació San Borondón, por recordar sólo alguno de los episodios más recientes. Y ahora, este miércoles, asistiremos a la puesta de largo de Hay Proyecto en Tías (HPET), formación en la que los rumores sitúan a un actual concejal de la oposición. Ya se verá. De momento lo que se conoce es que al frente de “Hachepet” está Salvador Medina Martínez y en la que también figura Agustín García Acosta. En la portada de su web destaca una estrella de cinco puntas de color rojo. ¿Les suena? En efecto, un símbolo asociado al marxismo. O a los grupos sociales que posibilitaron el tránsito al socialismo: la juventud, los militares, los obreros, los campesinos y los intelectuales. 
 
Carta de presentación
En su carta de presentación, Hachepet dice representar a aquellos “que anhelan una mejor calidad de vida en una sociedad llena de obstáculos para los más indefensos, con aquellos más necesitados de ayuda, para los que les cuesta mucho avanzar, quieran eliminar barreras o encontrar soluciones medioambientales, para los que defienden la transversalidad en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres, para los que quieran acabar con las injusticias y abusos de los que alardean de privilegios o prepotencia, los que aceptan la diversidad de sexo como una realidad social normalizada, para aquellos que busquen en un partido de ámbito municipal las mejores respuestas a los retos sociales de los vecinos del municipio de Tías.” O sea, lo mismo que todos. ¿Qué les diferencia del resto, por tanto? Habrá que escucharlos el miércoles, en su comparecencia en El Fondeadero, pero ya imaginamos que pedirán el beneficio de la duda al ser “nuevos” en esto y no sentirse representados por ninguno de los que ya están y que no han cumplido con la lista que incluyen en su misiva de presentación. 
 
Cartas de amor y desamor
En Teguise se ha celebrado, un año más, el certamen de Cartas de Amor que lleva por nombre “Los novios del Mojón”. Van ya por la décimo segunda edición. Es uno de los eventos literarios más singulares de cuantos se celebran en ese ámbito y así lo reconocen los participantes y la crÍtica especializada. Hasta el buzón de los organizadores arriban decenas de cartas de distintos países del mundo. Son cartas de amor o desamor. Hay varias cuestiones de mérito en todo eso. Una, el hecho de escribir cartas, práctica en desuso en la era de los emoticonos. La segunda, abrirse en canal para mostrar las mariposillas o los demonios que se nos liberan cuanto nos enamoramos o al romperse el encantamiento. Y la tercera: dejar que el mundo se entere. Esta última, sin embargo, ya nos acerca más a los tiempos modernos. Hoy en día comunicamos al mundo, minuto a minuto, qué sentimos, dónde lo sentimos, por qué lo sentimos y hacia quién o qué. En ocasiones hasta nos ofendemos si alguien no nos responde, nos da un “me gusta” o nos omite una carita contenta. Estamos, voluntariamente, en un amplísimo escaparate del que no es facil escapar. Por ello se valora que, frente a la obscenidad exhibicionista de las redes sociales, haya espacio para algo tan pequeño y a la vez tan profundo como una carta. Ya de amor, ya de desamor.

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