Nona y el PP

La flamante candidata a presidir el Cabildo de Lanzarote por Podemos reconoció ayer, con absoluta normalidad, haber recibido votos del Partido Popular y de Coalición Canaria. Cosas de la nueva política. Mucho se ha hablado, durante el largo y crispado proceso de las primarias de Podemos a la candidatura al Cabildo, de la posible injerencia de otros partidos en este envite. Ya comentábamos ayer, aquí mismo, que los métodos que la formación morada eligió para esta importante decisión son, como mínimo, mejorables. Pues bien, ya no hace falta darle más vueltas. La candidata elegida, Nona Perera, reconoció ayer, en declaraciones a la Cadena SER, haber recibido votos de personas del Partido Popular y de Coalición Canaria. Ella sabrá de quienes, en concreto. Considerando que su victoria fue por tan sólo un voto de diferencia, quizá no sea tan absurdo, como ella dice, creer a Dani Cabecera cuando deja entrever que Coalición Canaria ha decidido el candidato de Podemos en Lanzarote. Porque Cabecera, crucificado urbi et orbi por el podemismo nonero, o nonista, y el nacionalismo gobernante, dijo justamente lo que Nona Perera admite. Resten, si no, los votos que la ganadora confiesa haber recibido de PP y CC (aunque fuera uno sólo de cada partido) y verán el resultado que arroja la elección de estas peculiares primarias.

 

Pero pongamos que no sea cierto. Imaginemos que Nona fantasea cuando afirma que le consta que le han votado personas del PP y de CC “porque para eso no tienen que afiliarse al partido” (sic). Tampoco eso mejoraría las cosas. El sólo hecho de dar cariz de normalidad a esta cuestión ha de producir ciertos escalofríos a los que llegaron a la política a través de Podemos, no a dejarse apoyar por los partidos “tradicionales” sino precisamente a tratar de quitarlos de en medio. De repente el fin justifica los medios y da más morbo liderar la candidatura al Cabildo con los votos de los enemigos a los que no te cansas nunca de acusar de corrupción y de ser los autores de todos los males que han caído sobre la isla. Sobretodo si antes has hecho un llamamiento para que eso se produzca. Lanzarote ha vivido muchos episodios surrealistas en la política insular. Demasiados. Citarlos aquí sería casi interminable. Que una candidata al Cabildo de Lanzarote por Podemos reconozca que le han votado gente del PP y de Coalición Canaria con la naturalidad del que dice que acaba de leer una novela de Zafón es, a nuestro juicio, otro de esos episodios.

 

No nos referimos a los párrafos anteriores. Aunque argumento no le falta: “Podemos, el musical”. Suena bien. Pero hablamos de otro asunto. Se trata de una nueva propuesta de altura de la compañía lanzaroteña Chéspir. Tras una tradición de musicales, que comienza a ser ya sobresaliente, Chéspir pone en escena nada menos que “Evita”, una de las obras cumbre del compositor Andrew Lloyd Webber y el letrista Tim Rice, basada libremente en la vida de Eva Perón, líder política argentina y segunda esposa del presidente Juan Domingo Perón. La obra ofrece una mirada crítica del personaje de Eva, desde sus orígenes humildes hasta su ascenso al poder y prematura muerte a la edad de treinta y tres años. Esta ópera rock se estrenó en España en 1980 con Paloma San Basilio en el papel estelar. Tuvo también una versión cinematográfica, estrenada en 1996, bajo la dirección de Alan Parker y protagonizada por Madonna como Eva, Antonio Banderas como Che, Jonathan Pryce como Perón, Jimmy Nail como Magaldi y Andrea Corr como amante de Perón. Ahora, este fin de semana, en Tías, llega la apuesta lanzaroteña. Nivelazo. Un nuevo acierto de José Manuel Clar, director de Chéspir.