Opinión

No se puede parar lo inevitable

No se puede parar lo inevitable

Comenzamos esta comunicación pública con un sabor agridulce en el alma, pero entendiendo (aceptando) que la decisión, hoy adoptada, por este humilde partido local, era inevitable, tal vez, ha formado parte de un proceso.
 
Teníamos que quemar unas fases preliminares para acabar llegando a lo que la piel y el corazón nos reclamaban desde hace tiempo con afán y derecho. Y a pesar de todo… nos quedamos con un resquemor por dentro, un no sé… En fin.
No nos movemos bien entre tanto sofista y genio burócrata
 
Hoy esta formación, los “HACHE PET” (Hay Proyecto en Tías) quiere informar a todo aquel que le pueda interesar, que hemos decidido de manera unánime (siempre ha sido así) y definitiva abandonar el ámbito político de nuestro horizonte de actuación. En poco más de dos años, nos hemos dado cuenta de que no nos encontrábamos cómodos en este contexto. Demasiadas suspicacias, mucha ambigüedad por todos lados, ausencia de generosidad, exceso de poses y fotos amables para camuflar las carencias internas, conspiraciones inventadas y un instinto de supervivencia al sillón jamás visto... 
 
No nos movemos bien entre tanto sofista y genio burócrata. No queremos estar atrapados en esa tediosa telaraña, ser sospechosos por ser quienes decimos ser, no tenemos estómago para destruir propuestas positivas para el bienestar de la comunidad solo porque el presunto rival político lo ha planteado antes o mejor. No queremos ser duros, queremos ser flexibles. Flexibles y generosos, no débiles. 
Nos preocupan las personas, los mayores, las familias,  el cuidado del entorno, el futuro de nuestros chinijos…
 
Queremos cuestionar y ser cuestionados con libertad mutua, pensar con sentido, construir y ver creer los numerosos proyectos sociales, vecinales, etc., que tenemos apartados, muchas veces, por no herir sensibilidades… Como dice una compañera, muy acertadamente: “…en realidad nunca tuvimos vocación de partido político. Fue más bien un medio para poder acceder y plantear nuestras ideas, opiniones, sugerencias,… No nos queda más remedio, aunque tuvimos claro desde el principio que éramos más bien un movimiento ciudadano, una plataforma de concienciación cívica…”.  
 
Y por ahí pasará el futuro de este proyecto. Estamos seguros de que seremos más felices y, lo mejor de todo, seremos nosotros, de una maldita vez. Nos ubicaremos en el ámbito social, lo llevamos en nuestro ADN, manteniendo la firmeza en nuestras convicciones (ni mejores ni peores, pero creemos en ellas, otros, no sé…) y siguiendo la misma línea crítica (no está reñida con una concepción constructiva de las cosas), pero orientada a tender puentes con otros colectivos, grupos, administraciones, etc.,  con el propósito armar iniciativas comunitarias que ayuden a la gente. 
 
Nos preocupan las personas, los mayores, las familias,  el cuidado del entorno, el futuro de nuestros chinijos, etc., es decir, queremos bajar a la tierra, ser más sensibles, humildes y solidarios. Necesitamos despojarnos del acomodo general y la insalubridad que habita en ciertos ámbitos socioeconómicos y políticos de la isla.
Nos vamos para ubicarnos en el hueco que a medida para nosotros y desde cual podemos adquirir una nueva dimensión
 
Nos vamos sin perjudicar a nadie, sin hablar de más. No nos va eso de señalar/etiquetar a otras personas, grupos o individuos. Abandonamos sin rencores ni enemistades (eso creemos). Nos vamos porque equivocamos el camino, perdimos la fe, estando y viviendo desde dentro la experiencia. No nos reconocemos en esos recovecos, ni reconocemos a muchos de los que están, pero eso es otra historia. Nos vamos para ubicarnos en el hueco que a medida para nosotros y desde cual podemos adquirir una nueva dimensión.
 
Sabemos que las sospechas y suspicacias continuarán (nadie dijo que iba a ser fácil). Eso también será inevitable (y lo inevitable no se puede parar, ya saben). Algunas mentes no descansan, aunque ya no haya nada que temer (que nunca lo hubo). Hay almas que encuentran calor en refugios pocos sanos, sobre todo para sus intereses particulares, lo que en mi barrio se llama mantener el chollo. 
 
Por último, como presidente de HPET quiero agradecer a todas las personas que han estado y estarán detrás de este proyecto (no se acaba, se reformula), los que no son visibles, pero esenciales, los que nos animan a seguir, los que nos dicen estaremos con ustedes siempre, en todas las ocurrencias y locuras maravillosas que pretendan explorar. Gracias, se activa el PLAN B.
 
Agustín E. García Acosta, presidente de Hay Proyecto en Tías (HPET).

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