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Maretas de Guatisea, una obra hidráulica colosal

Guatisea alberga una obra monumental, una montaña perforada que cualquiera diría que sirvió de inspiración a Chillida para su polémica propuesta artística en Tindaya.

Maretas de Guatisea, una obra hidráulica colosal

Durante el año 1937 fue horadada la Montaña de Guatisea para crear seis enormes recipientes con capacidad para tres mil pipas cada uno, ha escrito Facundo Perdomo Rodríguez, Cronista Oficial de San Bartolomé. La pipa es una medida local de capacidad que ronda los quinientos litros. Hasta que llegó la potabilizadora de la mano de Manuel Díaz Rijo, nadie tenía otra cosa en la cabeza más que recoger y almacenar agua de lluvia. 
 
La mareta es un depósito para almacenar agua. Se trata de una hondonada natural o excavada cerca de una montaña para recoger el agua que discurre por las laderas. Para impermeabilizar las maretas de Guatisea, en principio se estimó suficiente un riego de cemento a presión, anota Facundo, desoyendo la sabiduría de los maestros albañiles de San Bartolomé. Así fue: el agua se filtraba. “En este desacierto se dio paso a la elaboración de paredes laterales a la usanza de la localidad para aljibes de escasa capacidad y para uso familiar”, recuerda el cronista, quien subraya que “con ello solamente se vino a reconocer el asesoramiento de albañiles del pueblo”. 
 
Estas naves excavadas podían recoger hasta 18.000 pipas de agua
 
En su interior, Guatisea alberga una obra monumental, una montaña perforada que cualquiera diría que sirvió de inspiración al escultor Chillida para su polémica propuesta artística en Tindaya, Fuerteventura, un lugar sagrado para los mahos. Guatisea es una voz prehispánica que da nombre a una de las grandes montañas de Lanzarote, situada al suroeste del pueblo de San Bartolomé, además de otros topónimos menores a ella asociados. 
 
Estas naves excavadas al pie de Guatisea podían recoger hasta 18.000 pipas de agua de lluvia de las laderas de la Montaña. Para hacernos una idea de la envergadura de esta obra pública, pensemos que las maretas del Estado, situadas junto a los Cuarteles del Ejército, en Arrecife, tienen una capacidad de 32.000 pipas de agua. 
 
Los canales de gran grosor que caen en vertical se parecen a las queseras
 
El otro aspecto sorprendente de Guatisea es su alcogida, es decir, las laderas acondicionadas o no para recoger las aguas pluviales. Sobre una amplia superficie se han encontrado grabados realizados en la roca de la Montaña. Este conjunto de canales y canalillos, entre otros elementos, “en contrasentido al discurrir de las aguas de escorrentía”, se atribuyen a la acción humana. Los canales de gran grosor que caen en vertical desde la montaña se asemejan en su forma con las famosas queseras. 
 
La Quesera de Zonzamas es uno de los elementos de mayor singularidad dentro de la arqueología insular. Su denominación hace referencia al parecido que tienen con un gigantesco molde para elaborar queso, aunque nada tiene que ver con tales menesteres. En la actualidad, su utilidad y significado siguen constituyendo un enigma. Lo cierto es que los hallazgos en Guatisea “ha abierto una nueva orientación en los estudios arqueológicos y etnográficos, no sólo en Lanzarote sino en toda Canarias”.
 
Guatisea sólo es una montaña, pero también fue una pequeña aldea pocos años después de las erupciones volcánicas de 1730-1736, según se desprende de los testimonios de Antonio Riviere y de Viera y Clavijo. Hoy es uno de los destinos preferidos de los senderistas que recorren los rincones de la isla buscando desentrañarla y reconocerse en ella.

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