Top Secret, 3 de febrero de 2020

Los desmontes

Los desmontes

Se queja Coalición Canaria de que el actual grupo de gobierno del Cabildo se está dedicando a desmontar lo que ellos hicieron. Y, en algún caso, es claramente así. Sin embargo, eso no debiera extrañarnos demasiado. Fíjense que lo que se está desmontando, o en proceso de desmontar, gira en su práctica totalidad alrededor de los Centros de Arte, Cultura y Turismo. Son cuestiones tangibles: que si el museo submarino, que si la casa de la calle Fajardo, que si los menús ruinosos… Cada cosa por separado tiene su por qué. Si lo miramos todo junto tiene su relato. Los Centros Turísticos fueron concebidos por César Manrique y acabaron siendo siete regalos del artista conejero al pueblo de Lanzarote. Fuera de ello no cabe catalogar ningún otro invento como Centro Turístico. Sencillamente porque ni tienen el cuerpo ni, sobre todo, el alma que Manrique les quiso conferir a los espacios creados por él. El Cabildo viejo, la citada casa, el museo de Marina Rubicón, ni siquiera las piscinas del Islote del Amor... nada de eso es manriqueño. Lo cual no quiere decir nada más que eso: no es de Manrique.

Lo que no se ve

Todo lo que hemos citado es lo que se ve. Y se oye. La gran bronca política de estos días tiene que ver con la ira incontenida del consejero nacionalista Pedro San Ginés al comprobar cómo se está desmontando, poco a poco, lo que él mandó montar. Quizá creyó en algún momento que el puesto de presidente le pertenecía y que, por extensión, Lanzarote también. Y no, todo es más sencillo que eso. Como, de hecho, se está viendo. Y lo que queda. Hay cosas, sin embargo, más silenciosas, que no tienen tanta repercusión mediática -apenas ninguna- pero que no por ello dejan de tener su notoriedad. Mini gastos, gastos y macro gastos, unos más necesarios que otros, en los que el negocio se lo llevan compañeros, amigos o conocidos. Y puede que hasta sea normal. A fin de cuentas, Lanzarote es lo suficientemente pequeño como para que se den determinadas casualidades

El seguro

Por ejemplo: no renovar una póliza que llevaba el sello de un personaje político muy conocido. Se trata de un seguro de los llamados de Crédito y Caución, que es aquel que tiene por objeto garantizar el cobro por parte de una persona física o jurídica de los créditos a su favor cuando se produce el incumplimiento de pago por la insolvencia de sus deudores, es un seguro que se utiliza especialmente para cubrir el riesgo de impago (siniestro) en las operaciones comerciales a crédito entre empresas. El de los Centros Turísticos ascendía a 20.000 euros la póliza. Y el agente a quien se la contrataron ha recibido ya la carta de la no renovación. O estará a punto de hacerlo. El actual consejero delegado de la entidad, Benjamín Perdomo, ha ordenado que se busque la oferta más ventajosa, no la que representa el amigo, el conocido…o el compañero de partido.

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