Los últimos en abrir
Puede que seamos de los primeros en comenzar la desescalada, pero lo que es evidente es que seremos los últimos en abrir nuestras puertas de entrada: puertos y aeropuertos. El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y la presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol, han acordado solicitar al Gobierno central que los puertos y aeropuertos de ambas comunidades sean las últimas infraestructuras en recuperar la actividad. ¿El objetivo? Mantener el aislamiento lo máximo posible. Una vez reabran, habrá refuerzo de los controles sanitarios para los pasajeros.
Mira tú por dónde, la lejanía de las zonas emisoras del turismo que acude a Canarias, así como el carácter insular y hasta la fragmentación geográfica, juegan a favor de la lucha contra la pandemia de la COVID-19, pero, por lo mismo, retardarán la recuperación económica. Cuando todo esto pase, quien desee venir a Canarias tendrá que subirse a un avión y permanecer en su interior durante un período de tiempo que oscila entre dos horas y media y unas seis horas. Es demasiado para tanta paranoia como hay por ahí, así que lo vamos a pasar realmente mal.
La crisis sanitaria ha irrumpido en plena temporada alta turística, lo que supone una brutal merma de ingresos en el tejido productivo de las Islas, teniendo en cuenta que casi el 40 por ciento del PIB canario depende del turismo. Por esa razón, no para de repetirse que Canarias está siendo ya la comunidad más afectada por esta crisis, y se ha pedido que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor en el sector turístico se prolonguen más allá del estado de alarma por la Covid-19. Nuestros abuelos emigraron, pero nosotros no tenemos hacia donde echarnos a correr.
