Top Secret, 24 de julio de 2020

Lo sabe todo el mundo

Lo sabe todo el mundo

Todo el mundo sabe lo que sucede en la trasera de la calle Manolo Millares. Lo que sucede de delictivo, nos referimos. Y sigue sucediendo. Y no está Eva de Anta para arrimarle la culpa. Porque no ganó las elecciones -igual en parte por cosas como esa- y luego renunció a ser concejala para favorecer el entendimiento PP-PSOE y propiciar luego el pacto con la unión de Nueva Canarias-Somos. Hace poco adoptaron un concejal, como también todo el mundo sabe. De Anta, por cierto, anda ahora de Directora General del Instituto Canario de Administraciones Públicas (ICAP). El ICAP, por cierto, tiene como tarea primordial la formación y el perfeccionamiento de los funcionarios tanto de la Administración autonómica como de la local. Seguro que de Arrecife salió con un montón de ideas. Pero a lo que íbamos: todo el mundo sabe lo que ocurre, en la noche y madrugada, en la trasera de la calle Manolo Millares, ex José Antonio. Y sigue sucediendo.

Vecinos

Los vecinos no sólo están ya más que hartos, sino que incluso viven temerosos de los que les pueda ocurrir. Hace tiempo que se resignaron a que los coches amanecieran con alguna luna estallada o la carrocería abollada, como mal menor, como consecuencia de la guerra a pedrada limpia de los descerebrados que noche si, noche también, la lían en los solares de la zona. Que, dicho sea de paso, son un auténtico paraíso y una tentación sin límites para las pandillas que quedan ahí para ajustar cuentas. Y si a alguien se le ocurre volver a casa a la hora de sus tropelías ya sabes a lo que te atienes. Ahora bien, si en lugar de uno de a pie es la policía, en sus diversas variedades, los que se pase por allí, probablemente pillen cita para el Juzgado de Guardia. Que igual con las mismas que entran salen, pero nada les priva de volver a entrar. Todavía estamos a tiempo de que la ciudad no se nos vaya de las manos. Este viernes, por cierto, toma posesión el nuevo Comisario de Arrecife. 

Reacción

A vueltas con el comportamiento de la minoría xenófoba del norte, nos soplan que se está ultimando llevar a la fiscalía al responsable o responsables del último y lamentable comunicado en el que se hacía un llamamiento para una recogida de firmas y se utilizaba la palabra “leprosería” en referencia al aula de la Naturaleza de Máguez como lugar de albergue provisional de personas migrantes. Puede que estemos ante un Delito de Odio, tipificado en el Código Penal, artículo 510, castigado con hasta cuatro años de cárcel. Entre las conductas que se penan está la elaboración de escritos o cualquier otra clase de material o soportes que por su contenido sean idóneos para fomentar, promover, o incitar directa o indirectamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un grupo, una parte del mismo, o contra una persona determinada por razón de su pertenencia a aquél, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias. Nos suena de algo

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