Las primarias del PP

Con el fin del dedazo, el Partido Popular (PP) se adentra en el desconocido territorio de la democracia interna, por lo que presentarse a dirigir el partido resulta una apuesta incierta. ¿Qué piensan los afiliados del PP en Lanzarote sobre los líderes en liza? Ni se sabe, ya que casi nunca se han pronunciado sobre algo. Se limitan a pagar sus cuotas, pero no participan en debates o actividades en sus sedes. Obedecen, repiten las consignas y no hacen preguntas incómodas. Núñez Feijóo no lo ha visto claro y no concurre. Ya se han postulado Pablo Casado, García-Margallo, Cospedal, José Luis Bayo… Faltaba por decidirse Soraya Sáez de Santamaría, y lo ha hecho este martes a media mañana. Pero, ¿serán fieles los afiliados a las indicaciones de la dirección insular, si es que las hay?
 
Por mucho control que haya, los aparatos no determinan los resultados
En unas primarias no vale lo que digan los responsables del partido en cada lugar; lo único que cuenta es el afiliado con su papeleta bajo el brazo, solo y delante de la urna. Que se lo pregunten a Susana Díaz: por mucho control que haya, los aparatos no determinan los resultados, y ni siquiera se sabe si los deseos de los afiliados coinciden con los de los votantes.
 
De momento, lo único claro es que, para poder votar, los afiliados deben inscribirse y para ser candidato es necesario conseguir cien avales tan solo, lo que está al alcance de cualquiera. El día 23 de junio se inicia la campaña electoral y se vota el 5 de julio. Y habrá una segunda vuelta con los dos más votados en el congreso extraordinario por los compromisarios que, a su vez, también son elegidos directamente por los afiliados. No habrá segunda vuelta si en la primera un candidato consigue arrasar. La democracia llega al PP. ¿Son los afiliados tan de derechas como sus dirigentes? ¿Castigarán la corrupción? Habrá que estar muy atentos.

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