Top Secret, 16 de marzo de 2020

La tormenta perfecta

La tormenta perfecta

Parece que fue ayer cuando saltaron las primeras noticias, tímidas, acerca de un nuevo virus en una región remota de China. Luego nos hizo gracia que construyeran a toda prisa un mega hospital. Ahora, tenemos encima la tormenta perfecta. Lo importante es la salud, naturalmente. Y en esas estamos imponiendo confinamientos y restricciones como nunca habíamos conocido la mayoría de los que poblamos este país. Así tiene que ser visto la ferocidad y la rapidez con la que se contagia es llamado coronavirus. Lanzarote ha de prepararse para un tiempo atípico. Cuánto durará este periodo es algo difícil de precisar. Quizá el mismo ejemplo chino nos valga: han dado ya por superada la crisis. Se tiene como el 1 de diciembre de 2019 como la fecha de inicio de lo que hoy es ya una pandemia. Si consideramos que España está en el minuto cero de este episodio, puede que nos queden por delante tres meses de noticias alrededor del Covid-19. No todos serán tan radicales como estas dos semanas que tenemos por delante, si todo va como se espera que vaya, pero la resaca económica para una isla que vive cien por cien del turismo se nos hará muy larga.

Medidas

Por ello es urgente que se empiecen a adoptar medidas que palien este periodo que se avecina. Italia, el país donde se ha manifestado la pandemia de un modo más virulento, ha anunciado la congelación de hipotecas e impuestos durante 18 meses. En el caso de los préstamos hipotecarios, las personas con rentas de hasta 30.000 euros y que se queden sin empleo durante al menos 30 días o sufran en ese periodo una reducción importante del horario de trabajo no pagarán las cuotas de la hipoteca durante un periodo de hasta 18 meses. En el caso de las pymes, habrá paralización en el pago de impuestos tales como la suspensión a las cuotas a la Seguridad Social, que, sin ser un impuesto en sí, en la práctica funciona como tal, así como una moratoria fiscal y de cotización para los autónomos. Medidas que, como se puede comprobar, afectan tanto a la empresa como a las familias. Sin entender de políticas macroeconómicas, a todos nos da la sensación de que los Estados pueden soportar mejor que las familias un periodo de dificultades como el que se avecina

Intervención

Y entre esas medidas no estaría de más que las instituciones insulares, Cabildo y ayuntamientos, aceleraran los pagos pendientes a proveedores y empresas de servicios. Lo de #yomequedoencasa está muy bien para dar ejemplo, pero desde casa también se trabaja y hay determinados departamentos que no deberían parar. Y uno de ellos es el de los pagos. Así que es de esperar que los diferentes departamentos de Hacienda de las instituciones locales den instrucciones, hoy mejor que mañana, para que se liberen los pagos de todas esas facturas que deben llenar gavetas y que, en estos días de zozobra e incertidumbre, supondrían al menos un pequeño balón de oxígeno para los que esperan. Amén de lanzarnos el mensaje de que no todo se para y que quienes dicen que velarán porque todo vaya bien, en efecto, velen por ello. Hay mil cosas por hacer para que, como sociedad, notemos lo menos posible el impacto. Es cuestión de empezar a hacerlas.

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