La revuelta de los puretas

La revuelta de los puretas

Viene de camino la segunda vuelta del 15M y medio país, el más joven, no acaba aún de enterarse. La declaración de guerra de los jubilados es, en el fondo, la última ofensiva contra el régimen franquista que aún anida en el sistema, y la buena noticia es que va a acabar con él. Se aprueban amnistías para los evasores fiscales y hay dinero público para rescatar a los bancos, pero no hay recursos para dignificar la vida de los pensionistas. Por eso se entiende el grito de ¡Fuera, fuera, fuera! que comienza a recorrer las calles y las plazas de España. M. Rajoy ya se pregunta dónde está la puerta de salida.
 
Los jubilados reclaman una subida de las pensiones mayor que el 0,25% que impuso el Gobierno desde 2014. Y PP entrado en pánico ya que su base electoral se asienta en buena parte de los ocho millones de pensionistas que hay en España. Son muchos votos. Y saben el peso que tienen. Se han cansado de ser uno de los soportes de la crisis ayudando a los hijos y los nietos mientras en las alturas el poder político vive a cuerpo de rey.
 
Crear más empleo, pero indefinido y bien remunerado, es esencial para la viabilidad del sistema español de pensiones, pero habrá que ir pensando en que una parte corra a cuenta de los Presupuestos del Estado. Así que, Mariano, además, de buscar con la mirada donde está la puerta de salida, toma nota. Todos los jubilados de hoy conocieron el franquismo en su juventud y detectan un facha al vuelo. Que se preparen si se movilizan en masa.

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